martes, julio 10, 2007

CUANDO UN ANGELITO NOS DEJA

Me encontraba pensando sobre qué hablar para actualizar el blog, redactando en mi memoria una historia sobre mi pasado artístico y cómo he retomado ese camino luego de años de inactividad. Pero entonces llegó a mis oídos una triste noticia: El hijo de una de mis compañeras de trabajo había fallecido.

Cuando nació era un bebé normal, pero a los pocos meses y tras una enfermedad el peque quedó vegetal. La verdad, la historia no la conozco muy bien, llevo sólo 7 meses trabajando aquí y el contacto con esta compañera es sólo a la hora de almuerzo y no existe la suficiente confianza como para preguntar más a fondo de la enfermedad. El caso es que hoy el chico ya tenía 6 años y durante todo es tiempo ella, su marido y los familiares de ambos han tenido que lidiar con la carga que conlleva preocuparse día y noche de las necesidad básicas del niño.

Ella con treinta y tantos ha soportado estoicamente todos estos años. Me llamaba mucho la atención, pues en este tiempo que la conozco el niño cayó unas dos o tres veces al hospital y ella como si nada, venía a trabajar normalmente y luego a la clínica. Quizás la experiencia de todos los años evitaba que entrara en pánico.

El jueves pasado el chico cayó nuevamente y estuvo todo el fin de semana en observación. Para ella era pan de cada día, típico de la fecha, normal por decirlo de alguna forma.

Ayer en la mañana, ella estaba trabajando normalmente cuando le avisaron que había empeorado la situación y que le estaba entrando agua a los pulmones. No lo pensó dos veces y voló a la clínica. Allí los médicos le comunicaron que no había nada que hacer, sólo esperar a que el chico evolucionara favorablemente, pero que debía también esperar lo peor.

Las últimas horas el pequeño lo sufrió. Según me comentaron mis compañeras que tuvieron contacto telefónico con ella, a base de morfina calmaban el dolor del pequeño, hasta que su cuerpo no resistió más.

Para quienes tenemos hijos, pensar que en cualquier momento les puede suceder algo nos hace rogar al cielo que nunca debamos pasar por esta situación. Para ellos, que sabían que esto iba a pasar algún día, igual no debe ser nada de fácil. El niño los unió al punto de turnarse entre tíos y abuelos para cuidarlo mientras sus padres trabajaban para costear los tratamientos y los medicamentos.

Para ella, su consuelo quizás sea el ver que ya no seguirá sufriendo en un mundo dónde por su propia cuenta no podría haber sobrevivido, pero no puede ahora dejarse caer, aún tiene tres hijos más (1 peque de casi 3 años y dos gemelas de año y medio) por los que vivir, por los que seguir luchando.

Cuando tenía diez años pasé por la experiencia de perder a mi prima que tenía la misma edad que yo. Producto de la distancia (ellos vivían en el extranjero en aquella época) no viví en carne propia el sufrimiento de mis tíos, pero toda la familia acá se reunió para llorar su partida. 5 años más tarde su hermano (un año y medio mayor que yo) murió en un confuso accidente con un arma de fuego que no dejó en claro si se quitó la vida o si realmente manipuló mal la escopeta, lo cierto es que otra vez tuvimos que reunirnos a llorar la partida de un joven en la familia. Hace 7 años atrás, un primo lejano con tan solo 18 años murió en un accidente de avionetas en La Serena mientras viajaba en un vuelo de instrucción. Cómo ven, he tenido bastantes experiencias con la muerte en la familia y aún no dejo de ponerme nervioso y triste cuando estas cosas suceden, porque un alma joven no pudo llegar a mayor, a cumplir metas, ni sueños, porque quedaron en el camino los anhelos de toda una familia.

Hoy se fue un angelito de vuelta al cielo, no logré conocerlo, pero puedo entender el dolor que debe estar pasando su madre al verlo partir y lo único que deseo en estos momento es en irme pronto a casa y abrazar a mi pequeño y dar gracias a Dios por tenerlo conmigo, sano.

Lo más probable es que jamás lea esta columna, que nunca se entere que le escribo estas palabras, pero quiero dejar constancia de mi dolor, de mi angustia al pensar en lo que está viviendo, que mis mejores vibras se las envío en estos momentos para que pueda soportar estos insufribles instantes.

Mis más sinceras condolencias Lilian.

7 comentarios:

Deadman Walking!!! dijo...

Pucha Criss

Me dio mucha pena la historia del peque.
Pk me imagino que algun pueda pasarme eso con mi hijo ojala que no sea asi..

Fuerza para la familia de su compañera de trabajo y para ella sobre todo.

Anónimo dijo...

Sé a lo que te refieres
Por mi parte también he sentido de cerca ese sufrimiento con un familiar cercano y pequeño.
Dios quiera que nunca jamás nos toque vivir una experiencia así.
Me moriría.

Kal "Sawyer" El dijo...

Es triste la muerte de una persona inocente y tan pura como la de un niño, no me imagino el dolor que deben estar pasando esos padres pero quizás el consuelo que les queda es el que mencionabas, que no verán sufrir a su pequeño. Yo aún no sé lo que es ser padre, debe ser maravilloso ver una extensión de tí, proyectar un buen futuro en esa personita. Comparto la pena que siente Cris. Un abrazo a la distancia.

K-tron dijo...

XUXA!

Si hay algo que me entristece mucho, es cuando un niño está enfermo.
Cuando nací mi hermano gemelo murió y mi mamá quedó muy afectada por ello.
Luego de un par de años a mi se me presentó un problema cardíaco, el cual la afectó aún más.

Recuerdo haberla visto llorar a escondidas cuando yo era niño y teníamos que partir al hospital a realizar los miles de electrocardiogramas que me hicieron.

Pasaron los años y cuando nació mi hija tuvo un par de problemas que la complicaron más de la cuenta.
De inmediato se me vinieron esos recuerdos, pero gracias a Dios todo quedó en nada.

Me imagino, pero aún así no logro dimencionar cuan mal debe sentirse tu compañera.

Saludos y ánimos de mi parte.
Fuerza y fe!

Cosmogirl dijo...

que tremendo Cris.
realmente aquel debe ser el dolor más grande que un ser humano debe sentir.
Bueno, no se puede hacer nada más que apoyar aunque sea con la presencia a esa familia.
Valor.

denisse dijo...

Ni siquiera puedo imaginar el dolor que deben estar sintiendo esos padres... no hay palabras que consuelen ni acciones que alivien...

Has tenido mucha cercanía con la muerte de jóvenes, yo casi ninguna.

En fin, abraza bien fuerte a tu pequeño y da gracias por tenerlo sano y fuerte. Sólo queda aprovechar cada minuto que estan juntos (como seguramente lo hizo tambien tu compañera de trabajo)

Muchos saludos

verónicabas dijo...

Que tristeza cris!

No se que decir tengo mucha pena, es tan complicado, yo no se si podria resistir la muerte de mi hija, es muy fuerte pensarlo aunque sea fugazmente y yo se que todos los que tenemos hijos no estamos preparados para eso.

Al menos el niño ya no sufre tanto en ese cuerpo que lo tenia atrapado, los que sufren ahora son los que lo redearon y le entregaron amor.

Y aunque yo no he tenido experiencias con la muerte entiendo que es dificil ver partir a tempranamente a un familiar muy querido.

Un abrazo!