miércoles, enero 25, 2023

TAN


 

Es el año 3193 D.C. de acuerdo al calendario terrícola. Desde hace poco menos de un milenio la tierra se volvió un lugar inhabitable para la raza humana, debiendo buscar nuevos destinos para sobrevivir y trascender. Existen variadas colonias a lo largo y ancho del universo, pero aún no se ha encontrado un planeta cercano con las características bio orgánicas que poseía la añorada Tierra.

Ante esto se ha hecho imprescindible el comercio de agua y oxígeno en todas aquellas colonizaciones que albergan a los descendientes de humanos. Y es aquí donde los corredores de cometas cobran valía para extraer de ellos gases esenciales que, en las plantas industriales que orbitan Saturno, serán procesadas para llevar y comercializar los vitales elementos en las colonias asentadas en las lunas de la misma Saturno y de Júpiter. Casi todos ya han marchado a correr tras el cometa Halley que durante este periodo cruza el sistema solar. Casi todos, salvo la piloto Kren con su nave “Ío”, provenientes de la luna de Júpiter del mismo nombre.

Todo es silencio al interior de la nave, hasta que Tákso, su sistema operativo bio consciente sale de la hibernación y prende las luces de la nave.

 

 

Tákso:    ¿Kren?... ¿Kren?... vamos Kren! Es hora de despertar!

Kren:      ¿Uh?... ¿Qué?... mmmm nooooo… 15 Yath más!!! ¡Por favor!!

Tákso:    Esta es la octava vez que me pides 15 Yath más… “Halley” no te va a esperar allá afuera.

Kren:      ¡El cometa! ¡Maldición BH-1!!! ¡Es la única vez en mi vida que tendré oportunidad de subirme a este Cometa y me lo voy a perder! ¡No debiste dejarme dormir tanto pedazo de software desactualizado!!! (se incorpora de un brinco y comienza a correr hasta la cabina de mando)

Tákso:    Creo que no está de más recordarte que me actualicé en nuestra última visita a Titán. (Tákso la sigue con la voz mientras Kren corre por la nave) Por otra parte, sabes que no me gusta cuando me llamas por ese nombre…  Siempre que lo haces estás enojada.

Kren:      ¿Y qué quieres? ¿una felicitación? ¡Nos llevan más de 6 pársecs de ventaja! ¡Por menos le metí un virus ganimiciano a Woks!

Tákso:    Que Bill Gates lo tenga en su servidor.

Kren:      ¡Ahora tendré que gastar oxígeno extra para poder alcanzar a la cuadrilla!

Tákso:    Ya estoy haciendo los cálculos y calentando los motores para alcanzarlos… pero tendremos que desviarnos cerca de Marte para poder pillarlos en la órbita de Mercurio.

Kren:      ¡Más te vale que esto funcione, si no te juro que te cambiaré por ese sistema operativo pirata que me ofrecieron en ese basurero que es Adrastéa!


 


 

“Ío” sale del puerto espacial a toda velocidad, esquivando los anillos de Saturno en su loca carrera por montar un cometa legendario como el Halley. Todas sus expectativas por torcer su mala racha y bajos ingresos durante estos últimos años están invertidas en llenar su nave de materia prima de esta roca.

Cuando la embarcación de Kren comienza a acercarse a la órbita de Marte, los sensores de Tákso empiezan a advertir una extraña anomalía.

 

Tákso:    Kren, estoy recibiendo una señal algo confusa.

Kren:      Seguro es uno de “los makizos” jugando a la primera guerra interplanetaria… siempre con sus bromas infantiles…

Tákso:    No, conozco la señal que ellos emiten, pero esta es diferente… es una señal débil y de un origen... mmmmmmmm…

Kren:      Vamos Tákso, no juegues ahora, no tenemos tiempo que perder.

Tákso:    Estoy mapeando la señal. Parece que viniera desde algún punto geolocalizado en las dunas de Marte.

Kren:      ¿Marte? ¿Desde cuándo hay colonia allí? Esta es una ruta que no se ha usado en al menos 400 años terrestres. Ya se te cruzaron los cables.

Tákso:    Según mis fuentes, no existen colonias en efecto, pero al parecer hay alguien ahí y está emitiendo una señal. Mi análisis indica que es una antigua transmisión de auxilio.

Kren:      ¡Maldición Tákso! ¡Vamos retrasados, no tengo tiempo que perder en estupideces! ¡Dime que todo esto es una broma!

Tákso:    Debo recordarte que desde el incidente en Urano, introdujiste en mi programación un protocolo inhibidor de bromas mientras estamos de servicio y es precisamente el caso…

                 cambio de programación: Ejecutando protocolo “S.O.S.” y desviando el curso hacia Marte.

Kren:      ¿Qué? ¡No! ¡Anúlalo! ¡Debo llegar pronto al Halley sino será mi ruina!

Tákso:    Discúlpame Kren, pero el protocolo “S.O.S.” es un comando primario de la confederación que no puedo anular.

Kren:      ¡Demonios Tákso! Recuérdame hackearlo cuando volvamos a Saturno.

 

“Ío” realiza una maniobra de aterrizaje en una planicie cercana al lugar desde donde se emite la señal de auxilio.  Kren ordena a Tákso ejecutar el protocolo “Centinela” para acompañarla en esta misión.  Es en este momento en el que, desde una de las cabinas de la nave emerge un exoesqueleto con forma humanoide. Tákso toma posesión de esta herramienta extendiendo su vinculación entre la nave y el cuerpo artificial.

Ambos descienden hasta la superficie del planeta rojo y se adentran en una cueva cercana.

 


Tákso:    Kren, mis scanners sugieren que esta formación rocosa es relativamente nueva… o al menos no formaba parte de este lugar la última vez que mapearon Marte.

Kren:      Debió haberse formado con algún terremoto o qué se yo.

Tákso:    (observa a su alrededor) O quizás en algún accidente… mira hacia allá…

 

El ahora humanoide cibernético señala hacia una nave en ruinas como la causante de esta “nueva” cueva. Por la atmósfera del lugar, se podía inferir que aquella embarcación llevaba ahí años… quizás décadas… ¿siglos?

Tras un breve análisis Tákso logra acceder al comando de la puerta de embarque e ingresan con mucho sigilo. De pronto Kren ve pasar una sombra detrás de ella.

 

Kren:      ¿Viste eso Tákso?

Tákso:    No vi nada… tampoco hay lecturas de vidas humanas rondando la nave… ¿Quizás estás un poco sugestionada, no crees?... Es extraño, no me logro vincular con la nave… parece formar parte de una flotilla anterior a la entrada en vigencia de los asistentes bio conscientes.

Kren:      Debieron ser tiempos hermosos sin las molestas inteligencias artificiales.

Tákso:    Logro comprender la ironía en el tono de tu voz. Pero por el contrario, eran tiempos donde se hacía necesario contar con más tripulantes… tendrías que haber socializado y sabemos cuánto odias compartir con otros seres vivos.

                 Espera… estoy recibiendo señales de formas humanas en esa cabina.

Kren:      ¡Rápido! ¡Abre la puerta!

 




Después de unos minutos, Tákso logra acceder al comando de apertura de puertas y entran a la habitación.  En ella hay alrededor de 25 cápsulas criogénicas, muchas de ellas rotas, algunos incluso con cadáveres totalmente descompuestos… la data inicial de Tákso sugiere al menos 250 años de antigüedad. Las características atmosféricas del planeta rojo y su efecto en la descomposición de los cadáveres humanos impiden a Tákso calcular con exactitud la data de muerte. Aún quedan 5 cápsulas intactas. Ha logrado determinar que todos pertenecen a la raza humana y con logos que parecen ser de una confederación anterior a la vigente actualmente en la galaxia. Entre los sobrevivientes el capitán de la nave, a quien deciden sacar de la criogénesis y reanimar. Su nombre: Akar Kieshka.

 

Tákso:    He logrado acceder a la Bitácora de la nave… todo indica que hicieron un salto desde otra galaxia por un agujero de gusano, sin embargo no está claro el motivo por el cual se estrellaron contra Marte… Kren, esta nave sitúa dicho evento en el 2868 D.C.

Kren:      Déjame ver eso! ¡Impresionante!… pero… ¿cómo es posible si aún no hemos logrado crear la tecnología para generar y viajar por los agujeros de gusano? (de pronto siente pasar otra vez una sombra) ¿Qué fue eso?

Tákso:    Kren, sus signos vitales se están normalizando. Ven, acércate que está por despertar de la hibernación.

Akar:      ¿Uhhh…? ¡mi cabeza!…

Tákso:    Con tranquilidad, la reanimación después de la criogénesis provoca migraña y desorientación.

Akar:      ¿Dónde estoy? (se reincorpora pausadamente de su cápsula criogénica y de pronto ve a Tákso) ¡Y ésto! ¿Qui-Quiénes son ustedes???

Kren:      Tranquilo Capitán Kieshka, no se agite. Yo soy la capitana Kren Mah-Ka, proveniente de la luna de ío, en la colonia de Júpiter. Y este pedazo de chatarra a su lado es Tákso, un sistema bio consciente multipropósitos, programado a mi servicio. Somos parte de la confederación Terraria intergaláctica.

Akar:      (mira sorprendido a Tákso) Ya veo… cómo han avanzado en estos años que estuvimos fuera de la vía láctea…

Kren:      ¿Años? ¡Han sido siglos Capitán Kieshka!

Akar:      ¿Qué dices? ¿siglos?

Tákso:    325 años para ser más exactos según vuestras bitácoras.

Akar:      No es posible… pero si…

Kren:      Capitán, ¿qué fue lo que pasó? Esto no tiene sentido, Marte no es una ruta utilizada desde hace más de 400 años… ¿qué hacían aquí? ¿De dónde vienen?

Akar:      Es… es una larga historia…

Kren:      bueno, mire, siendo así, mejor acompáñenos a nuestra nave, debo encontrarme con el cometa Halley antes de que se aleje irremediablemente del sistema.

Akar:      ¡No! ¡Esta nave y su contenido es tremendamente valiosa! ¡No podemos dejarla aquí!

Kren:      ¿”Valiosa” dijo?... ¿Qué tan valiosa?

Akar:      La misión que llevábamos a cabo es de una gran importancia y… quizás será mejor que les cuente qué pasó en nuestro viaje… pero antes, muero de hambre. Necesito comer algo.

 

El Capitán Kieshka finalmente se pone de pié, se acerca a un tablero de mando, posa su palma sobre la cubierta y activa al asistente virtual de la nave. “Reconocimiento dactilar: Capitán Akar Kieshka. Bienvenido” se oyó decir.

Akar solicita alimentos y algo para tomar y todo se materializa frente a ellos en una mesa al costado de la cubierta de mandos. “Deberías aprenderte ese truco” susurró Kren a Tákso.

 

Akar:      Por tu cara sospecho que aún no han logrado igualar esta tecnología.  Yo estaba tan sorprendido como tú cuando me la mostraron la primera vez.  No fue aquí de cualquier modo, sino en una galaxia muy lejana.

Kren:      La verdad, hemos avanzado, pero no a este nivel.

Akar:      ¡Asistente! Deja que el sistema bio consciente acceda a tus archivos y comparte la tecnología para el desarrollo instantáneo de alimentos.

Tákso:    Vinculando acceso con la nave PROTOALPHA259... Vinculación exitosa.

Akar:      Este es un regalo para ustedes, por haberme sacado de la criogénesis.

Kren:      Muchas gracias Capitán, pero dígame, ¿qué pasó? ¿Por qué la bitácora indica un salto por un agujero de gusano?

Akar:      Si, bien, eso… era el año 2850 y la federación de colonias terrarias lanzó un proyecto en el que venía trabajando durante casi 90 años: enviar naves fuera de la via láctea, en diferentes direcciones del universo con el fin de explorar exoplanetas que habían sido sindicados como candidatos para la proliferación de la vida humana.  Ya habían descartado la idea de reparar la Tierra, ahora mirar hacia las estrellas era la única solución.

Kren:      Recuerdo historias sobre esa misión que estudiamos en la escuela primaria. Le llamaron “Misión Colón“. Ninguno encontró planetas habitables, pero varios exploraron y encontraron minerales ricos y decidieron asentar colonias en otras galaxias.

Tákso:    De hecho, de esa misión actualmente realizamos comercio con la 7ma generación de colonos de la enana de Sagitario. Nos proveen de “Sagicero”, una aleación de acero Sagitariano con el que fabricamos nuestras naves y exoesqueletos como el mío.

Akar:      Ya veo… pero bueno, nuestra misión consistía en revisar candidatos en la constelación de la gran nube de Magallanes. Viajábamos 5 grupos de 5 tripulantes cada uno, hibernando mientras uno de ellos hacía guardia durante el camino, en ciclos de 1 año por equipo.  Nuestro viaje debía durar alrededor de 20 años para llegar a la constelación de Magallanes.

Tákso:    Según la base de datos de la confederación, no hay muchos registros de esa misión. La historia cuenta que se perdieron en el basto Universo. No hubo contacto nuevamente.

Akar:      Eso hasta hoy. Y esa es la cuestión. Íbamos en el año 11 de nuestro viaje cuando hicimos contacto con otra nave, eran seres de contextura similar a la nuestra, un poco más altos y delgados, de 2 metros y medio en promedio. Yo estaba al mando de esa guardia cuando sucedió el primer contacto. Nos scannearon y nos dijeron que nuestra decendencia era parecida a la de ellos, que los primeros seres vivos se habrían originado en una constelación ya inexistente hace millones de años y que tras el inicio de un evento cataclísmico difundieron su información genética por todo el universo antes de ser extintos, devorados por una galaxia vecina, y esperando que dicha transmisión encontrara cuerpos celestes acordes que pudieran albergar la generación de vida en ellos. Que allí radicaba el motivo de la vida de nuestra civilización y de la suya.

Kren:      ¡Wow! ¡Qué alucinante debió haber sido toda esa experiencia!

Akar:      Así fue. Después de un tiempo, nos invitaron a su mundo, no hacía mucho que habían desarrollado la tecnología para viajar por los agujeros de gusano y se encontraban explorando otras galaxias cuando nos encontramos. Entonces nos llevaron hacia la Constelación de Draco, a su planeta, 6 veces mayor que Júpiter y Saturno. Nosotros le conocíamos como Kepler-296e… ellos le llaman “Tan”.




Tákso:    De acuerdo a mis registros, esa galaxia es una de las más alejadas de nuestro sistema solar… Esto cambia todos los paradigmas conocidos hasta hoy. No logro calcular las implicancias que esta información tendrá en nuestra civilización.

Akar:      Por eso es importante conservar esta nave y la tecnología que hay en ella.  Nosotros convivimos con los Tanaranianos durante 7 de nuestros años, tiempo en el que compartieron con nosotros su cultura, sus conocimientos y nos ayudaron a comprender y acoplar a nuestra nave la tecnología necesaria para realizar saltos, para generar agujeros de gusanos y en el corto plazo volver para seguir compartiendo experiencias con esta nueva raza. Pero también nos proveyeron de algo mucho más importante: la clave para reiniciar la Tierra.


 

Kren abrió los ojos ante esta revelación. La historia cuenta que hacia el año 2377, en lo que se conoció como la 5ta Guerra Mundial, el conquistador NeoZelandés Makaio, luego de anexar Australia, África y finalmente el continente Antártico a su imperio, se volcó en una lucha por conseguir soberanía sobre el Océano Ártico, último recurso de agua glaciar que tanto EuroRusia como Estados Unidos y Corea unificada defendían dentro de su confederación del Norte. Makaio tras años de infructuosas campañas militares, de verse acorralado por la inteligencia de la confederación del Norte y sintiendo que la derrota era ya inminente, decidió lanzar 2 bombas nucleares de 300 megatones cada una sobre el Ártico para contaminarlo y destruir todos los recursos de la confederación. Una de ellas fue interceptada por EuroRusia sobre el mar muerto, devastando medio oriente y estancando el eje del planeta. El impacto fue tan grande que Nueva Zelanda y parte de Australia terminaron bajo el agua y la Tierra no volvió a saber sobre ciclos climáticos estacionales. La otra bomba fue desviada por Corea unificada hacia la estratósfera, sin embargo los cálculo fueron errados: la bomba terminó detonando sobre la Luna y ello hizo que el satélite natural perdiera su órbita sobre la Tierra y se moviera hacia el Sol donde, con el correr de los años terminó chocando y se desintegró. Esto hizo estragos sobre las mareas y al no saber de cambios climáticos estacionales la vegetación comenzó a morir en el hemisferio sur a falta de precipitaciones y el hemisferio norte vivió en un constante invierno. Por otro lado la tierra fue poco a poco perdiendo su centro gravitacional haciendo inhabitable el planeta.

 

Kren se mostraba asombrada ante el relato del Capitán.

 

Kren:      Está diciendo que… ¿que es posible volver a habitar la Tierra?

Akar:      Así es, al menos en la teoría. Ellos nos mostraron cómo. Durante el 2868 nos despedimos de los Tanaranianos y comenzamos a realizar saltos en dirección a la Tierra con el fin de poner en marcha el plan de reactivación planetaria. El Capitán Takahashi y su tripulación estaban al mando de la nave mientras el resto hibernábamos. No debía durar más de 2 meses este viaje según los cálculos realizados en Tan. ¿Qué fue lo que pasó?

Tákso:    ¡KREN AUXILIO!

 

Tákso es jalado por una sombra fuera de la cabina, Kren y Akar corren en su ayuda. El Cyber humanoide intenta zafarse de su raptor, sin éxito. Está siendo arrastrado por los pasillos hasta la bahía de carga, donde se encuentra abierta la escotilla, es en ese momento que Tákso se logra aferrar a unos pilares mientras la sombra lo tira hacia afuera con tanta fuerza que destroza una de sus piernas. Kren y Akar llegan en su auxilio, la sombra abre sus brazos y da un grito ensordecedor. Desaparece por la escotilla de carga.

 

Akar:      ¿Qué ha sido eso?

Kren:      (aterrada) No lo sé, lo he estado sintiendo desde que entramos a la nave, pero no se había querido mostrar hasta ahora… Tákso, ¿estás bien?

Tákso:    Sólo incompleto… de momento. Iniciando protocolo de auto análisis y curación.

 

Tákso despliega nanobots que comienzan a reconstruir su extremidad desmembrada. Al cabo de unos minutos ya se encuentra otra vez completo y vuelven a la cabina.

 

Akar:      Esto no tiene sentido… ¿qué es eso que acabamos de ver? ¿Un ser de este planeta? Acaso un fantasma??? ¿Qué ha sido?

Tákso:    No existen datos de vida en Marte, al menos no recientemente.

Kren:      Lo cierto es que estaba aquí cuando llegamos y no lo hemos traído nosotros. Debemos averiguar qué es aquello.

Akar:      Había… había algo extrañamente familiar en esa entidad que… pero, ¿será?... ¡Asistente! ¡Revisa las cámaras y bitácoras del salto que nos trajo hasta Marte!

 

El asistente virtual comienza a correr una subrutina de búsqueda y al cabo de unos segundos entrega imágenes de la cabina de mando.  En él se ve al Capitán tomando un báculo calipso, que albergaba una gema en uno de sus extremos. Takahashi la levanta, mueve sus labios y la gema comienza a irradiar una luz cada vez más luminosa conforme Takahashi continúa su ritual. De pronto la gema expele rayos y la grabación se corta.

 

Akar:      Takahashi ¿qué hiciste? (se lleva las manos a su cabeza)

Kren:      No comprendo… ¿qué acabamos de ver?... ¿Capitán? ¿Se encuentra usted bien?

Akar:      Esto ha sido culpa mía, nunca debí dejar a Takahashi al mando de la nave en el viaje de vuelta… durante todo el tiempo que estuvimos en “Tan” siempre estuvo buscando sacar ventajas de lo que nos estaban enseñando los Tanaranianos… ¡Su ambición ha sido nuestra ruina!

Kren:      ¿Me puede explicar qué fue lo que vimos?

Akar:      Si, claro… es… es increíble… (se lleva las manos a la cara e intenta despejar sus ideas) AAAAAHHHH… bueno… en simple: Los Tanaranianos lograron a través de los milenios manejar y controlar ciertas energías vitales de su planeta, los que contuvieron en gemas y que les permitían a través de ciertos rituales controlar fuerzas, modificar el clima, la vegetación, realizar sanaciones… pero también contenía un lado profano y oscuro.  Takahashi se obsesionó con ese tema durante un tiempo, deslumbrado por el poder que aquello representaba.  Los Tanaranianos nos advirtieron de los peligros de ese conocimiento, que nos faltaban milenios de evolución para poder controlarlo y nos conminaron a dejar ese tema de lado.  Yo pensé que Takahashi lo había entendido, es claro que nunca dejó de pensar en este camino.

Tákso:    Según la bitácora, ese evento causó la pérdida de control de la nave y su posterior choque contra Marte.

Kren:      No creo que nos deje salir del planeta con facilidad… debemos buscar la forma de contenerlo… ¿Pero… cómo ha sobrevivido todos estos siglos?

 

Tákso se vuelve hacia las capsulas de criogénesis y decide inspeccionar.

 

Tákso:    Creo tener una teoría… corriendo subrutina de análisis… lo que temía: estas cápsulas no se trizaron en el aterrizaje de la nave, fueron abiertas posteriormente… al parecer de alguna forma se alimentó de ellos, drenando energía vital de los tripulantes.  Por eso el nivel de descomposición es distinto entre los cadáveres, porque fueron abiertos en diferentes épocas. Ha sido un milagro que el Capitán Kieshka siga vivo después de estos siglos.

Akar:      Kren, busquemos entre todo este desorden, por aquí debe estar el Báculo de Tan.  Es la única forma de detener a Takahashi.

Kren:      ok, usted vaya por allá, yo revisaré este lado de la cabina.

Tákso:    Las probabilidades de encontrar el Báculo de Tan son mínimas considerando los años, el choque, posibles piratas que pudieron transitar por estas rutas, el mismísimo…

Kren:      ¡Aquí! ¡Creo que lo he encontrado!

Akar:      ¡Si! ¡Es ese! ¡Excelente trabajo!

 

Kren levanta el Báculo y en ese momento ingresa a la cabina el fantasma de Takahashi, toma a Kren y la jala fuera de la habitación. Ella grita y suelta el cetro divino. Tákso sale en auxilio de su capitana, mientras Akar Kieshka toma el báculo de Tan y corre tras ellos. Ya fuera de la nave Tákso se abalanza hacia Takahashi y comienzan un forcejeo que permite a Kren liberarse y esconderse tras unas rocas. Akar levanta el báculo, momento en el que Takahashi se vuelve materia intangible y traspasa a Tákso para abalanzarse sobre el Capitán Kieshka. Akar vocifera “MAK-KORUGZA!” y la gema se ilumina de repente, expulsando una onda de energía que choca contra el ente y lo lanza lejos.

 

Kren:      ¡Capitán! ¿qué ha hecho?

Akar:      No tenemos mucho tiempo. Puedo solucionar esto, pero manténgase alejados… esto será peligroso.

Tákso:    ¡Ahí viene de nuevo!

 

Akar:      MAK-KORUGZA KLUKGIMODA

           MAK-KORUGZA NOUBADOBA

           FLICKARGAMA GNOMAIGNA

           GLUKARJEBA GLUKAGIBA

 

El ente de pronto queda inmovilizado en el aire, cubierto por una luz de energía que expele la gema tanaraniana desde el báculo sagrado. Akar sigue realizando su ritual.  Los poderes del báculo de Tan y la fuerza que genera hace temblar la tierra y levitar unos centímetros al Capitán, quien se encuentra poseído por la gema, invocando poderes más allá del conocimiento humano.

 

Akar:      MAK-KORUGZA KLUKGIMODA

           MAK-KORUGZA NOUBADOBA

           FLICKARGAMA GNOMAIGNA

           GLUKARJEBA GLUKAGIBA

 

Mientras el Capitán Kieshka sigue invocando los poderes del báculo de Tan, el fantasma de Takahashi comienza a ser absorbido por la gema tanaraniana hasta desaparecer ante la luz intensa que irradia. Akar Kieshka cae rendido sobre el suelo ante el esfuerzo realizado y suelta el báculo. Kren corre a socorrer al Capitán.

 

Kren:      ¡Capitán! ¿Se siente bien? ¡Vuelva en si! ¡Tákso ayúdame!

Tákso:    Scanneando… Sus signos vitales son débiles… se recuperará.  Será mejor que lo llevemos a la nave… espera, está volviendo en si.

Akar:      … El… el… el bá-báculo… es importante… la Tierra…

Kren:      Si, si, ya entendí, es necesario para reactivar la Tierra, ¿es eso? No se agite, guarde sus energías para el viaje de vuelta a Saturno.

 

El Capitán Kieshka se desmaya. Los sensores de Tákso se disparan. La energía que ha sido liberada por la gema tanaraniana ha hecho estragos en el planeta rojo. En ese momento un gran sismo comienza a sacudir Marte.

 

Tákso:    Kren, este sismo… es demasiado fuerte, calculo que a este ritmo la cueva va a colapsar, debemos salir de aquí ahora mismo.

Kren:      ¡Rápido, toma al capitán, yo me llevo el báculo! ¡Salgamos de aquí!

Tákso:    Corre más rápido Kren, no vamos a alcanzar a salir.

Kren:      ¡No puedo correr a la velocidad que lo haces tú! ¡No lo vamos a lograr!

 

Tákso ha hecho los cálculos en milisegundos y ella tiene razón: a la velocidad de Kren no alcanzarán a salir antes de que la estructura colapse y ya ha advertido que una roca está a punto de ceder y tapar la entrada de la cueva. Suelta al capitán y corre hasta la entrada mientras la gran roca comienza a desplazarse y está por tapar el escape. Llega hasta el punto de entrada, Kren y el capitán se encuentran a unos cien metros. Su cuerpo se modifica, sus piernas se dividen en cuatro pilares formando un arco de metro y medio de altura. Sus brazos también se dividen y toman la gran roca que se estaba deslizando. Evita momentáneamente el cierre de la cueva mientras el planeta sigue en movimiento.

 

Tákso:    Kren, ¡no voy a resistir mucho tiempo sosteniendo esta roca, toma al Capitán y sácalo de aquí!

Kren:      ¡Demonios! ¡Qué pesado es este hombre! Aaarrggghhhh vaaaamooss!!!

Tákso:    ¡Eso! ¡Más rápido! ¡Mi exoesqueleto está a punto de sucumbir ante el peso de esta roca!... ¡Solo unos metros más Kren! ¡Eso es! (En el instante en que Kren y el capitán salen de la cueva, el cuerpo humanoide colapsa y queda aplastado bajo la roca y el planeta comienza a detener su movimiento)

Kren:      ¡Tákso Noooooo!!!!... ¿Me oyes??? Tákso no nos dejes así por favor!! ……… ¡Respóndeme!!! (solloza)… ¡Vamos Tákso! ¡Dime que aún estás vivo!................. (suena su intercomunicador de muñeca)

Tákso:    ¿Kren? ¿Me oyes?

Kren:      (sollozando) ¡Si! ¡Pensé que te perdía bajo las rocas!

Tákso:    ¿Qué dices? ¿olvidas que he estado en todo momento en la nave? Voy en camino, prepárate para subir junto con el capitán.

Kren:      ¡Aquí estamos!

Tákso:    Ya los vi… ejecutando rayo de atracción.

Kren:      Ya estamos arriba. ¡Cierra la escotilla y salgamos de este planeta enseguida!

Tákso:    calculando coordenadas. Fijando rumbo hacia Saturno.

Kren:      Lo que más lamento es haber perdido toda esa información, la nave…

Tákso:    Sobre eso… cuando el Capitán me dio acceso a los archivos de la nave, aproveché de correr una subrutina de respaldo y el asistente virtual no notó que capturé toda la información.

Kren:      ¿Qué? ¿Tenemos todo? ¿Las bitácoras, la información para saltar por los agujeros de gusano? ¿Todo?

Tákso:    Si. También coordenadas de gran parte del universo. Creo que pronto podremos hacer una visita a Tan.

Kren:      ¡Eso es fantástico! ¡Imagina lo que vale esta información! ¡Seré millonaria!

Tákso:    Pero antes debemos llegar a Saturno y buscar ayuda médica para el Capitán. Sus signos vitales se mantienen bajos y sigue inconsciente… Qué frágil es la vida humana. Ustedes son una raza aún en desarrollo y sus emociones siguen siendo un misterio aún para las inteligencias artificiales más avanzadas. Eso si, no olvidaré que lloraste por mi cuando me creíste muerto bajo las rocas.

Kren:      (sonriendo) ¡Si se lo cuentas a alguien te juro que te borro y te reinstalo desde cero!



 


La nave se aleja de Marte, dejando atrás un extraño encuentro y nuevos mundos por visitar. Sin embargo, aún quedan misterios y amenazas por descubrir. El Capitán Kieshka ha arriesgado su vida en un peligroso ritual milenario que le ha dejado débil y a merced de un poder oscuro y hambriento que poco a poco lo irá consumiendo en el futuro no tan lejano.

 

FIN