miércoles, marzo 03, 2010

LUMPEN AQUI Y EN LA QUEBRA DEL AJI

Cuando vives en un país centralista como Chile y vives en la capital, tiendes a pensar que el "pillaje" (como le gusta decir al electo mandatario) sólo se da en Santiago. Claro, los noticieros se encargan en gran medida de hacerte pensar eso pues un 90% de sus noticias son referentes a temas del gran Santiago. Es más, tengo familiares en San Fernando y cada vez que he ido para allá mis tíos me hablan de sus "malandras" y uno tiende a pensar que esos no pueden ser mas "Choros" que los flaites de la capital.

Y luego pasa esto, un terremoto, un tsunami, Chile fraccionado por puentes cortados, sin luz ni agua y el comercio cerrado producto de los destrozos del sismo grado 8 que azotó el centro-sur del país. Y del asombro, de la pena, de la desolación, la falta de suministros básicos y de alimentos lleva a los más desvalidos a la desesperación por algo que comer. Comienzan los saqueos en el gran Concepción. Y uno, mirando desde afuera todo esto puede comprender, puede perdonar y no condenar estos hechos, mal que mal, cuando Katrina pasó por Nueva Orleans sucedió lo mismo. Esto pasa aquí y en la quebrá del ají. No es un acto exclusivo de los paises tercermundistas.

Pero luego pasa lo otro: el aprovechamiento. Y vemos aflorar lo peor de nosotros: El lumpen. Ya no era un kilo de arroz, ya no era un tarro de leche para los niños, ahora eran sacos, quintales de harina los que se estaban llevando. Luego fueron las Zapatillas "Para el pueblo" como dijo un "piruja" por ahí. Y luego el saqueo al supermercado Lider, ahí ya no era desesperación, era simplemente aprovecharse del pánico y podíamos ver a los vándalos con lavadoras al hombro, plasmas y herramientas, nada de primera necesidad, simplemente para sacar partido en el mercado negro. Y luego la guinda de la torta: Un "Care raja" (porque otro nombre no tiene) arriba de un Yale, que al ser detenido simplemente dice: "Yo no lo robé, estaba tirado!"... este wn sencillamente sacó aplausos.

Y entonces, despues de robado todo lo que había por robar, comienzan los saqueos a las casas particulares, simplemente por hacer daño. Lumpen asaltando el municipio de Hualpen sacando computadores (Internet es primera necesidad ya?). Los vecinos se organizan para protegerse, pero viene también la psicosis y en un acto de confusión dos grupos vecinos se trenzan a golpes hasta que dos de ellos se reconocen. El gobierno reacciona tardíamente y declara "Estado de excepción" y llegan los militares a tomarse la ciudad. Según relata un periodista de la Radio Bio Bio, en una ciudad mayoritariamente de izquierda, fue impresionante ver pasar las tanquetas y que, sin exagerar, cientos de personas aplaudieran el pasar de las fuerzas militares.

Capítulo aparte es ver que, en mis treinta y tantos años de escuchar las peores atrocidades sobre los militares, principalmente por lo sucedido en el '73, que luego de llegada la democracia al fin podamos darle un sentido positivo a la institución, poder mirarlos con otro ojos, poder con orgullo darles la mano. En Concepción el orden se ha restablecido.

Y entonces en Santiago, en las periferias comienzan a pensar que si en Concepción pasa todo eso, acá no pueden ser menos e intentan asaltar el Lider de Quilicura. El alcalde se desespera con la psicosis del momento y pide que si en el sur declararon "Estado de sitio" también lo hagan en su comuna y los militares pongan orden. Una medida exagerada para muchos. Acá simplemente quisieron pasarse de listos, como lo quisieron hacer en Maipú, Lampa y otras comunas.

Y comienza la psicosis colectiva y luego de que dos "lanzas" intentaron asaltar un local en meiggs (Estacion Central), se corrió la voz que una turba se quería tomar el barrio. Para cualquiera esto era ilógico, en Santiago las cosas no fueron tan trágicas, desde el Lunes que se comenzaba a reactivar todo. Pero se escuchó este rumor en el barrio Patronato: "Estaba quedando la cagada en Estacion Central y viene para acá!". La psicosis comienza a hacer aguas por todas partes. En mi barrio hasta anoche habían sectores sin luz, pequeños sectores, pero sin luz al fin y al cabo y los vecinos salieron a las calles e hicieron fogatas, todos con palos, esperando quizás que los quisieran asaltar. Extraño pensando que es un sector tranquilo de Maipú. En Malloco pasó lo mismo y probablemente en otras comunas tambien. La psicosis se tomó la capital.

Y hoy, pasadas las crisis, todos los ojos están puestos en los edificios que quedaron dañados tras el terremoto, en Concepción, Talca, Chillán y Santiago. Algunos a punto de colapsar y comienzan los reclamos a las empresas constructoras. Sólo el mas fuerte quedará en pié, el resto morirá a punta de demandas colectivas.

Pero volviendo a lo medular, el lumpen no es una lacra exclusiva de las grandes capitales, de eso quedó manifiesto lo ocurrido este fin de semana. Lumpen existe en todos lados, "aquí y en Burundí". Vidal, te extrañaremos después del 11 de Marzo.