Hace unos 7 años y medio, me encontraba en una etapa de mi vida en la que solo los carretes me importaban. Chicas? No gracias, no quería problemas, solo pasarlo bien. Bajo ese marco conocí a Saby. La verdad yo no lo recuerdo bien, pero esta es la historia:
Me encontraba en la casa de mi (en aquel entonces) mejor amigo ‘cheleando’ como corresponde a un sábado por la tarde y viendo películas en el cable. Su hermana llega a casa con una amiga comenzando la noche. A esas alturas ya ambos estábamos con el alcohol en las venas y los cuatro nos dispusimos a ver una película. Yo la verdad no las pesqué mucho y terminada la película ellas salieron a bailar a la disco. Nosotros nos quedamos ahí dando jugo el resto de la noche.
6 meses después la hermana de mi amigo organizó una fiesta con sus amigas en la casa, pero faltaban los hombres, así que su hermano invitó a toda la tropa. Ahí la vi, por poco y no llega, de hecho tuvieron que ir a buscarla a la casa porque en el sector donde sus padres viven la locomoción era muy mala (y con transantiago la cosa no ha cambiado mucho).
La vi entrar y me llamó la atención. Un par de horas mas tarde estábamos juntos, conversando, conociéndonos y ‘atinando’.
Para aquella fecha mis heridas se estaban sanando y estaba pensando que era hora de buscar compañía. En ese momento fue cuando apareció ella. Por su lado la cosa era similar así que básicamente nos topamos en el momento preciso. Estuvimos en el lugar indicado. Y qué hubiese pasado si nos enganchamos la primera vez que nos vimos? Nos lo hemos preguntado varias y la respuesta es siempre la misma: probablemente hoy no estaríamos juntos. Y esto porque la primera vez no nos habíamos planteado la necesidad de buscar pareja, ambos queríamos divertirnos. Quizás por eso yo ni la tomé en cuenta.
Luego de dos años de pololeo, en aquella época yo vivía en un departamento con dos amigos, pero la sociedad se quebró ya que uno de ellos quedó cesante y volvió a su casa. Entre los dos restantes no podíamos mantener el departamento así que decidimos dividirnos.
Yo pretendía volver a la casa de mis padres, aún cuando en ella se encontraban mi hermano con su señora y mi hermana con su hijo. Casi no había espacio para mí y mis cosas, pero era la mejor opción en aquel momento.
Por su lado Saby había encontrado trabajo hace muy poco tiempo, pero el horario le complicaba seguir viviendo con sus padres, básicamente por la mala locomoción, entonces decidió buscar un arriendo, un cuartito en el centro.
Ambos necesitábamos donde vivir y analizando el tema a mi no me parecía que se fuese a vivir sola pensando en lo que le podía suceder, sobre todo porque su horario de trabajo terminaba a las 22:00 hrs.
Lo conversamos, la mejor opción entonces sería vivir juntos, pero no por la necesidad de estar juntos, sino porque ambos compartíamos la necesidad de un espacio donde vivir, entonces esto sería una especie de sociedad, una ‘prueba’, si resultaba bien, sino, bien también y cada uno para su santo.
Así las cosas se fueron dando y tras unos 8 meses se nos anunció que pronto seríamos padres. Entonces decidimos que la ‘casa interior’ que arrendábamos era muy poco para nuestro futuro hijo. Buscamos y nos trasladamos a una mas ‘privada’.
Las cosas se han dado de forma natural en nuestra relación, sin ataduras, sin dramas, sin una pelea fuerte, de esas que te hacen pensar que disolver todo es la mejor solución.
Desde que nos vimos por segunda vez a hoy han pasado 7 años. Es decir, este fin de semana se cumplen y al mirar atrás nos preguntamos cómo ha pasado tan rápido todo? Tan natural.
Amor, que sean muchos mas sin darnos cuenta del paso del tiempo, juntos, mirando como Vicente crece y hace sus maldades y con ello nos hace enojar, pero hacia adentro nos hace reír con sus locuras. Y quién sabe, sin darnos cuenta ya no seamos tres. Si Dios así lo quiere.
Gracias por todo este tiempo.
Me encontraba en la casa de mi (en aquel entonces) mejor amigo ‘cheleando’ como corresponde a un sábado por la tarde y viendo películas en el cable. Su hermana llega a casa con una amiga comenzando la noche. A esas alturas ya ambos estábamos con el alcohol en las venas y los cuatro nos dispusimos a ver una película. Yo la verdad no las pesqué mucho y terminada la película ellas salieron a bailar a la disco. Nosotros nos quedamos ahí dando jugo el resto de la noche.
6 meses después la hermana de mi amigo organizó una fiesta con sus amigas en la casa, pero faltaban los hombres, así que su hermano invitó a toda la tropa. Ahí la vi, por poco y no llega, de hecho tuvieron que ir a buscarla a la casa porque en el sector donde sus padres viven la locomoción era muy mala (y con transantiago la cosa no ha cambiado mucho).
La vi entrar y me llamó la atención. Un par de horas mas tarde estábamos juntos, conversando, conociéndonos y ‘atinando’.
Para aquella fecha mis heridas se estaban sanando y estaba pensando que era hora de buscar compañía. En ese momento fue cuando apareció ella. Por su lado la cosa era similar así que básicamente nos topamos en el momento preciso. Estuvimos en el lugar indicado. Y qué hubiese pasado si nos enganchamos la primera vez que nos vimos? Nos lo hemos preguntado varias y la respuesta es siempre la misma: probablemente hoy no estaríamos juntos. Y esto porque la primera vez no nos habíamos planteado la necesidad de buscar pareja, ambos queríamos divertirnos. Quizás por eso yo ni la tomé en cuenta.
Luego de dos años de pololeo, en aquella época yo vivía en un departamento con dos amigos, pero la sociedad se quebró ya que uno de ellos quedó cesante y volvió a su casa. Entre los dos restantes no podíamos mantener el departamento así que decidimos dividirnos.
Yo pretendía volver a la casa de mis padres, aún cuando en ella se encontraban mi hermano con su señora y mi hermana con su hijo. Casi no había espacio para mí y mis cosas, pero era la mejor opción en aquel momento.
Por su lado Saby había encontrado trabajo hace muy poco tiempo, pero el horario le complicaba seguir viviendo con sus padres, básicamente por la mala locomoción, entonces decidió buscar un arriendo, un cuartito en el centro.
Ambos necesitábamos donde vivir y analizando el tema a mi no me parecía que se fuese a vivir sola pensando en lo que le podía suceder, sobre todo porque su horario de trabajo terminaba a las 22:00 hrs.
Lo conversamos, la mejor opción entonces sería vivir juntos, pero no por la necesidad de estar juntos, sino porque ambos compartíamos la necesidad de un espacio donde vivir, entonces esto sería una especie de sociedad, una ‘prueba’, si resultaba bien, sino, bien también y cada uno para su santo.
Así las cosas se fueron dando y tras unos 8 meses se nos anunció que pronto seríamos padres. Entonces decidimos que la ‘casa interior’ que arrendábamos era muy poco para nuestro futuro hijo. Buscamos y nos trasladamos a una mas ‘privada’.
Las cosas se han dado de forma natural en nuestra relación, sin ataduras, sin dramas, sin una pelea fuerte, de esas que te hacen pensar que disolver todo es la mejor solución.
Desde que nos vimos por segunda vez a hoy han pasado 7 años. Es decir, este fin de semana se cumplen y al mirar atrás nos preguntamos cómo ha pasado tan rápido todo? Tan natural.
Amor, que sean muchos mas sin darnos cuenta del paso del tiempo, juntos, mirando como Vicente crece y hace sus maldades y con ello nos hace enojar, pero hacia adentro nos hace reír con sus locuras. Y quién sabe, sin darnos cuenta ya no seamos tres. Si Dios así lo quiere.
Gracias por todo este tiempo.
1 comentario:
SI DE NADA... EL AGRADECIMIENTO ES MUTUO... QUE NO SE NOS TERMINE EL TIEMPO QUE AUN NOS FALTA... TE AMO
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