Llámenlo falta de ideas o cansancio mental, lo cierto es que esta semana mis neuronas hicieron huelga, adheriéndo así con los choferes del transantiago, por tanto me he visto en la necesidad de buscar en el baúl y desempolvar viejos textos. El siguiente fue escrito en 2002, como un chiste hacia los amigos que hice en el difunto chat de la Rock and Pop. Lo he "enchulado" para que sea mas entendible por el resto de los mortales. Espero se rían y entretengan, ya que fue esa la idea de escribirla. Posteen para ver qué les pareció y si tiene buen rating, capaz que publique las otras dos partes (onda reality del 11!!!)
Dedicado a "Papi Ricky coming soon"
En los más recónditos recovecos de un cyber universo paralelo muy, pero muuuuy requetecontra lejano... (Algo así como a la “xuxa” de la Galaxia...)
Episodio I
Es Invierno y llueve sobre las calles de la alicaída ciudad de Curicóscant. Hasta hace algunos años capital de una próspera civilización donde la democracia y la libertad de expresión eran derechos que todo ciudadano podía emplear sin temor alguno. De eso ya han pasado muchos años. Hoy, aquello no es más que un recuerdo de tiempos pasados que según algunos no volverán.
Ni siquiera en los tiempos de opresión del tirano Pinoxius VIII, ni en los tiempos de hambruna producto de la depresión del 2.582 D.L. (Después de Lucas) se vivieron años de tan pocas expectativas para la región y principalmente, tan pobres expectativas de vida para sus habitantes.
La gente se mueve básicamente por inercia, para buscar qué comer y con qué responder a la obligación de pagar los tributos que su malvado tirano les exige mes a mes. La esclavitud abolida centurias atrás se ha vuelto a imponer en toda la comarca.
Desde una de las torres del castillo principal un grito paraliza la ciudad. Todos alzan sus miradas hacia una de las ventanas de palacio, desde donde un hombre ha salido disparado. Luego de un par de segundos los curicoscantenses prosiguen su deambular.
Por los pasillos de palacio, el imponente y avasallador caminar del opresor hace estremecer a su paso cada uno de los ladrillos que componen la fortaleza de la ciudad de Curicóscant. Nadie osa cruzarse en su camino, menos aún al ser testigos de tan crudo episodio... nadie, salvo su más leal y arrastrado sirviente...
-Veo que se ha levantado con el pié cambiado esta mañana su malignidad- dice el sirviente.
-No me vengas con tus ironías weonas, menos hoy, mira que puedes ser el siguiente en salir volando por esa ventana!- exclama el tirano.
-¡Uffff... que humor!, creo que no es el mejor momento para mostrarle la última encuesta de popularidad... 'ta bajando mas que el rostro del "transantiasco"- Ironiza el sirviente.
El tirano se detiene y vuelve la mirada hacia el lacayo. Lanzando chispas por sus ojos da a entender que no está jugando. El sirviente se detiene tras él y baja la mirada, un tanto arrepentido por la osadía de sus palabras. Ha entendido la señal. El amo y señor de Curiscóscant prosigue su caminar. tras de él su sirviente.
-¿Y se puede saber que ha puesto de tan mal humor a su magnificencia a estas horas de la mañana?-
-Nada... Sencillamente no aguanté más la ineptitud del imbécil que me traía el desayuno, mi leche estaba fría!-
-Mmmm, ya veo, bueno, es de esperar que haya aprendido la lección...- replica el mayordomo –Y con lo difícil que es encontrar buenos esclavos en estos tiempos...-
-¿Te las quieres dar de payaso?, ¿O es que deseas terminar de igual forma que el último de los bufones que tuvo este reino?-
-Para nada mi lord – Responde el cretino con un dejo de ironía.
Lord Urañus detiene sus pasos...
-A propósito rata inmunda... qué pasó con ese cretino?-
-¿Quién... el payaso aquel?- responde el sirviente.
-Él mismo, pedazo de idiota!- replica el Lord –De quién mas estamos hablando?!-
-¡Haaa!- exclama –Lo mandamos desterrado a una de sus islas hasta la sentencia final... creo-
-¡Mmmm...! pues entonces, da la orden de su ejecución- Dictamina el opresor –No quiero seguir recordando a esa alimaña-
Lord Urañus prosigue su caminar.
-¡Maldita sea!-
-Y ahora qué Lord Urañus?- Pregunta el sirviente -Tengo la impresión de que la verdadera razón de este estado de ánimo es más que una simple tasa de leche fría...-
-Tienes razón maldito lacayo, es más que eso- replica el Lord -Esta mañana he despertado así por culpa de una visión terrible-
-Se ha mirado al espejo y lo ha asustado la maldad que hay en sus ojos... es eso no?-
-¡No seas imbécil! ¡Esto es serio!- replica –he tenido una visión... he visto mi muerte a manos de un ser que no he logrado identificar, pero es alguien cercano a mi...-
-Pero mi Lord, eso no es más que una simple pesadilla-
Lord Urañus toma al sirviente por el cuello con una sola mano y lo levanta un par de centímetros sobre el suelo. Patalea. Su oxígeno se acaba.
-¡Calla estúpido!, Tú no entiendes nada sobre los poderes que mi antigua religión me ha concedido... he visto el futuro...-
De pronto lo suelta y cae al suelo. Luego de unos segundos, toma aire y se pone de pié. Sigue tras los pasos del Lord.
-mi mayor enemigo ha de mostrar pronto su verdadera cara y debo estar preparado para cuando llegue ese momento...- reflexiona el malvado señor –He notado un cambio importante en el lado turbio de la “manfinfla”... y es una sensación que no sentía desde hace mucho tiempo...-
-Veo que la muñeca inflable que le regalé en su último cumpleaños ya no le procura ninguna utilidad mi señor-
-¡Deja de hablar sandeces inútil!- exclama el Lord mientras lo abofetea -¡No me refería a eso! La muñeca sigue salvando aún mis noches... la tengo media pinchada pero igual... ¡Eeeen fin!, A lo que me refería es que algo se nos ha escapado de entre las manos... hemos dejado pasar un evento que a la postre podría desencadenar nuestro fin...-
-Mi señor, no es bueno que comience la mañana con estas preocupaciones, debería relajarse un poquito-
Darth Urañus se queda pensando y luego...
-Por fin dices algo con sentido, asquerosa alimaña- contesta Darth Urañus -Debo quitar estos pensamientos de mi cabeza, debo entretenerme para disimular mi preocupación por el cambio de escenario... ¡Ya sé!... ¡Vamos! Acompáñame hasta las mazmorras maldito lacayo!-
-Como no su malignidad... nada como matar a un par de ratas rebeldes para componer un mal día, ¿No es así mi señor?-
Lord Urañus esboza una mueca que simula ser una tenue sonrisa mientras su silueta comienza a mezclarse entre la oscuridad de los calabozos.
Luego de flotar sin rumbo fijo por el mar, Luis Directvwater ha logrado llegar a tierra firme. El sol hace estragos sobre su malogrado cuerpo y el cansancio por el esfuerzo realizado mar adentro (sobretodo considerando una herida de láser en su muslo izquierdo) le impiden ponerse de pié. Como puede se arrastra unos metros por la playa. Una silueta le hace sombra. Intenta mirar quien está frente a él. Su mente y cuerpo no resisten más y cae rendido, sobrepasado por tantos días sin probar bocado alguno.
La mañana siguiente Luchito despierta en la morada de un extraño hombre.
-Buenos días- dijo el hombre -¿cómo has amanecido hoy de tu pierna?
-Bien......gracias...- respondió el confundido luchito mientras nota la venda que cubre su muslo izquierdo.
-Vamos, levántate... en la mesa te he dejado comida, para que te repongas-
No ha sido necesario decirlo dos veces para que Luchito, sin mediar alguna mala intención se sentara a la mesa a tragar todo lo que sobre ella encontrase. Una vez que ha terminado de zamparse el desayuno, Luchito lentamente se vuelve hacia su salvador.
-¿Qué hago aquí?- preguntó Luchito.
-Pues nada... te he encontrado ayer tirado sobre la playa-
Luis Directvwater observa extrañado a este singular hombre.
-¿Y Quién eres tú?-
-Mi nombre es Benito Won Kenoví, un ciudadano más de este lugar-
-¿Y dónde estamos?-
-Eres bastante preguntón, mi joven amigo... Pero bueno, contestaré a tus preguntas. Esto es Valpooine, la ciudad de la eterna corrupción y el pecado... Un puerto al que todo malhechor ha de visitar antes de morir... digo eso porque generalmente no salen vivos de esta ciudad...- contesta el hombre con una sonrisa burlona –Pero cuéntame... ¿Qué ha pasado contigo? ¿Dónde está tu embarcación? ¿Has naufragado?-
-Pues algo así...- contesta medio confundido.
Segundos mas tarde el chico larga a llorar a moco tendido mientras recuerda los tristes acontecimientos que lo han llevado hasta este misterioso lugar.
-Vamos, no llores como mariquita y cuéntame qué te acongoja-
-Es... es que... me quiero puro morir!!!... buuuaaaa!!!...-
-Pues entonces has llegado al sitio correcto- replica Benito irónicamente.
-Tú no tienes idea lo que es ser relegado de tu lugar de nacimiento y obligado a no volver nunca más... aunque de todos modos tampoco lo haría, eso sería cavar mi propia tumba...-
-No sabes como sí tengo idea... Pero, de una vez por todas cuéntame qué te ha pasado-
-Es que...- Luchito toma fuerzas de flaqueza y decide iniciar su relato -hace algunos años atrás, yo era el bufón principal del reino de Curicóscant, un principado pacífico y democrático... eso hasta que las Fuerzas Oscuras se hicieron presente y se apoderaron de toda la comarca, implantando un nuevo orden autoritario y dictatorial. Nos tomaron por sorpresa, le juro que en un principio opusimos resistencia, pero ellos eran más y su líder era tan poderoso, que nada se pudo hacer ante su arremetida. La reina Amígdala fue obligada a deponer su trono y relegada a la torre más alta de palacio. Todo el reino fue esclavizado y obligado a trabajar en las minas de carbón ¡y con lo mal que pagan ese trabajo!. Nadie podía escapar del reino, quienes lo intentaron encontraron solo la muerte a manos del Lord Oscuro-
-¿De cuál Lord Oscuro me hablas?-
-De Lord Urañus…-
-¿Qué? ¿Lord Urañus ha tomado Curicóscant bajo su régimen?-
-Exactamente... ¿Lo conoces?-
-Emmm... si, lo ubico- Contesta Benito -¿Pero cómo has logrado salvar con vida?-
-Bueno, cómo dije antes, yo me desempeñaba como bufón real antes de que las Fuerzas Oscuras tomaran posesión del reino- continúa relatando Luchito –pero al cambiar la administración una depresión me hizo tan fome, pero tan fome, que Darth Urañus no quiso ni perder el tiempo poniendo fin a mi vida, era muy poca cosa para él según decía, así que fui relegado a una isla que se encontraba bajo su yugo, a la espera de mi sentencia. Pasaron tres años desde aquel triste momento y esta semana llegó la sentencia final... la muerte para mí-
-Mmm... veo que en todas partes la justicia tarda en dictar sentencia, hasta para ese mal nacido de Lord Urañus-
-Así es... como consecuencia de esto me llevaron hasta los arrecifes de la isla y con las manos amarradas y los ojos vendados me pusieron de espaldas al risco desde donde me habrían de ejecutar-
-¿Y qué pasó? ¿Cómo has salvado el pellejo?-
-Justo antes de dar la orden de ejecución, una voz me comenzó a llamar y a aconsejar que saltara hacia el risco...- contesta Luchito Directvwater –Y eso hice cuando dieron la orden. Uno de los rayos láser me impactó en la pierna izquierda, y caí... caí hacia lo que creía sería mi perdición, pero para mi sorpresa algo, no se qué, hizo que mi estrepitosa caída libre se viera aminorada conforme me acercaba al fondo y me zambullera en un lugar seguro... quizás fueron las corrientes de aire o no se qué... un milagro si me lo preguntas fue para mí... y nadé... nadé muchos días, hasta llegar a esta playa- concluye Luchito.
El hombre se acerca al ventanal que deja ver la puesta de uno de los soles desde los cerros de Valpooine.
-Interesante- acota el enigmático Benito Won Kenoví –Los caminos de la manfinfla misteriosos realmente son-
-¿Manfinfla?- pregunta Luchito.
-Eso es lo que dije- contesta Benito -Dime, ¿has escuchado hablar sobre los Fletay’s?-
-¿Fletay’s?- vuelve a preguntar Luchito –Creo que alguna vez escuché hablar sobre ellos... una antigua orden religiosa extinguida hace muchos años atrás-
-No es tan así la cosa, aún quedamos algunos vestigios de aquella orden-
-¿Tu? ¿Un Fletay?-
-Así es, como lo oyes... Hace muchos años, en mi época de juventud-
El hombre sigue mirando por el ventanal.
-Cómo decía, los caminos del lado luminoso de la manfinfla misteriosos han de ser... y creo que es hora de que el viejo Benito Won Kenoví salga a cabalgar a otra estúpida cruzada-
Luis Directvwater mira con extrañeza a Benito.
-No entiendo qué quieres decir con eso-
-Digo que mañana zarparemos rumbo a Curicóscant- replica Benito –Debemos contactar a los rebeldes y salvar a tu pueblo de la opresión a la que están siendo sometidos-
-¿Qué?!- Exclama Luchito -¡Estás completamente loco! ¡no conoces el poder de Darth Urañus! ¡Jamás lo venceremos!-
-Conozco muy bien a Darth Urañus- Contesta Benito –Tengo cuentas que saldar con ese villano... ha llegado la hora de mi venganza-
-¿Venganza?, ¿De qué hablas?- pregunta Luchito.
-Bueno, eres bastante preguntón tú!-
-Es que de otra forma no podemos hilvanar el relato!- replica Luchito.
Benito sigue mirando por el ventanal y detiene su mirada en el horizonte... respira un poco y comienza a recordar.
-Está bien, acomódate que te contaré ahora mi triste historia- explica Won Kenoví -hace muchos años, El conde Kakún y yo éramos los mejores amigos en la secreta academia de los Fletay’s, en la Patagonia, un lugar ubicado en los confines del planeta. Siempre peleábamos por las mejores notas, luchábamos por quién le traía la manzana más bonita al profesor o quién mataba más compañeros con la mayor rapidez. Esas pequeñas cosas definirían quién sería el próximo líder de las tropas Fletay cuando el Comandante pasara a retiro y luego postulase a una senaturía vitalicia en la confederación- explica Benito mientras hace un pausa en su relato para tomar un poco de agua.
-Por favor no pares, sigue contándome- replica Directvwater mientras comienza a babear.
-Ambos llevábamos años obteniendo las mismas calificaciones, era un empate en todas las materias... Teníamos dominio absoluto en todas las artes Fletay: Arañazos, tirones de mechas, lanzamiento de limas de uñas, etc. Lo único que nos diferenciaba era la maestría que el conde Kakún demostraba con el sable v/s la inteligencia en tácticas de guerra que yo procuraba. Ambos nos complementábamos, ambos poseíamos las cualidades para llevar las riendas de las tropas... todos estos acontecimientos deparaban al terminar el entrenamiento una llegada fotográfica para determinar quién asumiría el cargo- relataba con maestría Benito Won Kenoví –pero sus ganas de figurar fueron más fuertes y decidió traicionar nuestra amistad: un día tomó la férrea decisión de robar el libro de clases, para luego esconderlo en mi gaveta. Transcurrido este hecho me incriminó delante de toda la academia... me sindicó como el responsable del robo, ¡Y YO NO SOY NINGUN PUTO LADRÓN!!!–
Toma un respiro e intenta calmarse para seguir su relato.
-... en fin, por mas que apelé a la rectoría no logré convencerlos de que no era culpable del delito del que era incriminado y fui degradado y expulsado de la academia Fletay quedándose él con el cupo absoluto para dirigir los destinos de las fuerzas que hoy son oscuras.-
-Disculpa, pero qué tiene que ver ese problema con el conde Kakún con lo que ha hecho Darth Urañus?-
Benito sigue mirando por el ventanal, mientras Luis sigue babeando.
-Mucho- responde Won Kenoví -Al tomar el mando el conde Kakún, eliminó a los integrantes del consejo Fletay, para tener el control absoluto de las fuerzas droides... luego, y debido a su mal humor, él se hizo llamar... Darth Urañus-
Luchito se ha quedado mudo y no hace mas que escuchar las palabras de Benito Won Kenoví mientras babea incesantemente.
-Mientras tanto yo caí en la desgracia absoluta y llegué a estas tierras con la secreta esperanza de algún día vengarme de aquel que alguna vez me quitó de entre las manos el sueño de dirigir los destinos de las fuerzas Fletay... solo las esperanzas me han mantenido en pié durante todo este tiempo.-
Benito Won Kenoví deja de mirar por la ventana y voltea hacia Luchito.
-Luis, tienes lo necesario para convertirte en un Fletay- le encara - tu tienes un “ki” bastante bajo, pero yo te puedo adiestrar en las artes Fletay para que te conviertas en un Super-Fletayín de nivel II. Además juntos lograremos reunir a la gente necesaria y formar un ejercito de resistencia popular para combatir a las Fuerzas Oscuras que dominan Curicóscant.-
Luchito sigue babeando.
-¿Yo?... yo jamás he peleado, no soy un Fletay- Responde Luchito.
-Tienes la condición exigida para ser uno...- replica Benito.
-¿Cuál?- pregunta Luchito.
Benito hace la pausa necesaria como para agregarle más expectación y misterio a este relato. Luego de unos interminables segundo, le queda mirando con detención y se le acerca para decirle...
-Tu eres... ¡VIRGEN!!!-
Luchito queda pasmado y deja de babear de sopetón.
-¡Nooo...!, ¡Eso es mentira!- se defiende Luchito.
-¿Cómo que no?, Las callosidades en tus manos te delatan, nunca haz debutado con una chica... ¿te atreves a desmentir eso?-
Luchito está con los ojos a punto de estallar en un mar de lágrimas.
-Snif... Snif- solloza el bufón -¡ES CIERTO!, No he debutado, ¡Buuuaaaaa...!-
Benito contempla la lloriqueada afeminada del bufón.
Luchito no logra siquiera pensar en alguna de sus acostumbradas estupideces para salir de la situación penosa en la que se encuentra. Se ha quedado lelo.
-Vamos, deja de lloriquear y descansa- exclama Won Kenoví –Mira que mañana tendremos un largo camino que recorrer hasta Curiscóscant... -
-Y qué haremos mañana?- Pregunta Luchito.
-Tratar de conquistar al mundo...-
Dedicado a "Papi Ricky coming soon"
En los más recónditos recovecos de un cyber universo paralelo muy, pero muuuuy requetecontra lejano... (Algo así como a la “xuxa” de la Galaxia...)
Episodio I
Es Invierno y llueve sobre las calles de la alicaída ciudad de Curicóscant. Hasta hace algunos años capital de una próspera civilización donde la democracia y la libertad de expresión eran derechos que todo ciudadano podía emplear sin temor alguno. De eso ya han pasado muchos años. Hoy, aquello no es más que un recuerdo de tiempos pasados que según algunos no volverán.
Ni siquiera en los tiempos de opresión del tirano Pinoxius VIII, ni en los tiempos de hambruna producto de la depresión del 2.582 D.L. (Después de Lucas) se vivieron años de tan pocas expectativas para la región y principalmente, tan pobres expectativas de vida para sus habitantes.
La gente se mueve básicamente por inercia, para buscar qué comer y con qué responder a la obligación de pagar los tributos que su malvado tirano les exige mes a mes. La esclavitud abolida centurias atrás se ha vuelto a imponer en toda la comarca.
Desde una de las torres del castillo principal un grito paraliza la ciudad. Todos alzan sus miradas hacia una de las ventanas de palacio, desde donde un hombre ha salido disparado. Luego de un par de segundos los curicoscantenses prosiguen su deambular.
Por los pasillos de palacio, el imponente y avasallador caminar del opresor hace estremecer a su paso cada uno de los ladrillos que componen la fortaleza de la ciudad de Curicóscant. Nadie osa cruzarse en su camino, menos aún al ser testigos de tan crudo episodio... nadie, salvo su más leal y arrastrado sirviente...
-Veo que se ha levantado con el pié cambiado esta mañana su malignidad- dice el sirviente.
-No me vengas con tus ironías weonas, menos hoy, mira que puedes ser el siguiente en salir volando por esa ventana!- exclama el tirano.
-¡Uffff... que humor!, creo que no es el mejor momento para mostrarle la última encuesta de popularidad... 'ta bajando mas que el rostro del "transantiasco"- Ironiza el sirviente.
El tirano se detiene y vuelve la mirada hacia el lacayo. Lanzando chispas por sus ojos da a entender que no está jugando. El sirviente se detiene tras él y baja la mirada, un tanto arrepentido por la osadía de sus palabras. Ha entendido la señal. El amo y señor de Curiscóscant prosigue su caminar. tras de él su sirviente.
-¿Y se puede saber que ha puesto de tan mal humor a su magnificencia a estas horas de la mañana?-
-Nada... Sencillamente no aguanté más la ineptitud del imbécil que me traía el desayuno, mi leche estaba fría!-
-Mmmm, ya veo, bueno, es de esperar que haya aprendido la lección...- replica el mayordomo –Y con lo difícil que es encontrar buenos esclavos en estos tiempos...-
-¿Te las quieres dar de payaso?, ¿O es que deseas terminar de igual forma que el último de los bufones que tuvo este reino?-
-Para nada mi lord – Responde el cretino con un dejo de ironía.
Lord Urañus detiene sus pasos...
-A propósito rata inmunda... qué pasó con ese cretino?-
-¿Quién... el payaso aquel?- responde el sirviente.
-Él mismo, pedazo de idiota!- replica el Lord –De quién mas estamos hablando?!-
-¡Haaa!- exclama –Lo mandamos desterrado a una de sus islas hasta la sentencia final... creo-
-¡Mmmm...! pues entonces, da la orden de su ejecución- Dictamina el opresor –No quiero seguir recordando a esa alimaña-
Lord Urañus prosigue su caminar.
-¡Maldita sea!-
-Y ahora qué Lord Urañus?- Pregunta el sirviente -Tengo la impresión de que la verdadera razón de este estado de ánimo es más que una simple tasa de leche fría...-
-Tienes razón maldito lacayo, es más que eso- replica el Lord -Esta mañana he despertado así por culpa de una visión terrible-
-Se ha mirado al espejo y lo ha asustado la maldad que hay en sus ojos... es eso no?-
-¡No seas imbécil! ¡Esto es serio!- replica –he tenido una visión... he visto mi muerte a manos de un ser que no he logrado identificar, pero es alguien cercano a mi...-
-Pero mi Lord, eso no es más que una simple pesadilla-
Lord Urañus toma al sirviente por el cuello con una sola mano y lo levanta un par de centímetros sobre el suelo. Patalea. Su oxígeno se acaba.
-¡Calla estúpido!, Tú no entiendes nada sobre los poderes que mi antigua religión me ha concedido... he visto el futuro...-
De pronto lo suelta y cae al suelo. Luego de unos segundos, toma aire y se pone de pié. Sigue tras los pasos del Lord.
-mi mayor enemigo ha de mostrar pronto su verdadera cara y debo estar preparado para cuando llegue ese momento...- reflexiona el malvado señor –He notado un cambio importante en el lado turbio de la “manfinfla”... y es una sensación que no sentía desde hace mucho tiempo...-
-Veo que la muñeca inflable que le regalé en su último cumpleaños ya no le procura ninguna utilidad mi señor-
-¡Deja de hablar sandeces inútil!- exclama el Lord mientras lo abofetea -¡No me refería a eso! La muñeca sigue salvando aún mis noches... la tengo media pinchada pero igual... ¡Eeeen fin!, A lo que me refería es que algo se nos ha escapado de entre las manos... hemos dejado pasar un evento que a la postre podría desencadenar nuestro fin...-
-Mi señor, no es bueno que comience la mañana con estas preocupaciones, debería relajarse un poquito-
Darth Urañus se queda pensando y luego...
-Por fin dices algo con sentido, asquerosa alimaña- contesta Darth Urañus -Debo quitar estos pensamientos de mi cabeza, debo entretenerme para disimular mi preocupación por el cambio de escenario... ¡Ya sé!... ¡Vamos! Acompáñame hasta las mazmorras maldito lacayo!-
-Como no su malignidad... nada como matar a un par de ratas rebeldes para componer un mal día, ¿No es así mi señor?-
Lord Urañus esboza una mueca que simula ser una tenue sonrisa mientras su silueta comienza a mezclarse entre la oscuridad de los calabozos.
Luego de flotar sin rumbo fijo por el mar, Luis Directvwater ha logrado llegar a tierra firme. El sol hace estragos sobre su malogrado cuerpo y el cansancio por el esfuerzo realizado mar adentro (sobretodo considerando una herida de láser en su muslo izquierdo) le impiden ponerse de pié. Como puede se arrastra unos metros por la playa. Una silueta le hace sombra. Intenta mirar quien está frente a él. Su mente y cuerpo no resisten más y cae rendido, sobrepasado por tantos días sin probar bocado alguno.
La mañana siguiente Luchito despierta en la morada de un extraño hombre.
-Buenos días- dijo el hombre -¿cómo has amanecido hoy de tu pierna?
-Bien......gracias...- respondió el confundido luchito mientras nota la venda que cubre su muslo izquierdo.
-Vamos, levántate... en la mesa te he dejado comida, para que te repongas-
No ha sido necesario decirlo dos veces para que Luchito, sin mediar alguna mala intención se sentara a la mesa a tragar todo lo que sobre ella encontrase. Una vez que ha terminado de zamparse el desayuno, Luchito lentamente se vuelve hacia su salvador.
-¿Qué hago aquí?- preguntó Luchito.
-Pues nada... te he encontrado ayer tirado sobre la playa-
Luis Directvwater observa extrañado a este singular hombre.
-¿Y Quién eres tú?-
-Mi nombre es Benito Won Kenoví, un ciudadano más de este lugar-
-¿Y dónde estamos?-
-Eres bastante preguntón, mi joven amigo... Pero bueno, contestaré a tus preguntas. Esto es Valpooine, la ciudad de la eterna corrupción y el pecado... Un puerto al que todo malhechor ha de visitar antes de morir... digo eso porque generalmente no salen vivos de esta ciudad...- contesta el hombre con una sonrisa burlona –Pero cuéntame... ¿Qué ha pasado contigo? ¿Dónde está tu embarcación? ¿Has naufragado?-
-Pues algo así...- contesta medio confundido.
Segundos mas tarde el chico larga a llorar a moco tendido mientras recuerda los tristes acontecimientos que lo han llevado hasta este misterioso lugar.
-Vamos, no llores como mariquita y cuéntame qué te acongoja-
-Es... es que... me quiero puro morir!!!... buuuaaaa!!!...-
-Pues entonces has llegado al sitio correcto- replica Benito irónicamente.
-Tú no tienes idea lo que es ser relegado de tu lugar de nacimiento y obligado a no volver nunca más... aunque de todos modos tampoco lo haría, eso sería cavar mi propia tumba...-
-No sabes como sí tengo idea... Pero, de una vez por todas cuéntame qué te ha pasado-
-Es que...- Luchito toma fuerzas de flaqueza y decide iniciar su relato -hace algunos años atrás, yo era el bufón principal del reino de Curicóscant, un principado pacífico y democrático... eso hasta que las Fuerzas Oscuras se hicieron presente y se apoderaron de toda la comarca, implantando un nuevo orden autoritario y dictatorial. Nos tomaron por sorpresa, le juro que en un principio opusimos resistencia, pero ellos eran más y su líder era tan poderoso, que nada se pudo hacer ante su arremetida. La reina Amígdala fue obligada a deponer su trono y relegada a la torre más alta de palacio. Todo el reino fue esclavizado y obligado a trabajar en las minas de carbón ¡y con lo mal que pagan ese trabajo!. Nadie podía escapar del reino, quienes lo intentaron encontraron solo la muerte a manos del Lord Oscuro-
-¿De cuál Lord Oscuro me hablas?-
-De Lord Urañus…-
-¿Qué? ¿Lord Urañus ha tomado Curicóscant bajo su régimen?-
-Exactamente... ¿Lo conoces?-
-Emmm... si, lo ubico- Contesta Benito -¿Pero cómo has logrado salvar con vida?-
-Bueno, cómo dije antes, yo me desempeñaba como bufón real antes de que las Fuerzas Oscuras tomaran posesión del reino- continúa relatando Luchito –pero al cambiar la administración una depresión me hizo tan fome, pero tan fome, que Darth Urañus no quiso ni perder el tiempo poniendo fin a mi vida, era muy poca cosa para él según decía, así que fui relegado a una isla que se encontraba bajo su yugo, a la espera de mi sentencia. Pasaron tres años desde aquel triste momento y esta semana llegó la sentencia final... la muerte para mí-
-Mmm... veo que en todas partes la justicia tarda en dictar sentencia, hasta para ese mal nacido de Lord Urañus-
-Así es... como consecuencia de esto me llevaron hasta los arrecifes de la isla y con las manos amarradas y los ojos vendados me pusieron de espaldas al risco desde donde me habrían de ejecutar-
-¿Y qué pasó? ¿Cómo has salvado el pellejo?-
-Justo antes de dar la orden de ejecución, una voz me comenzó a llamar y a aconsejar que saltara hacia el risco...- contesta Luchito Directvwater –Y eso hice cuando dieron la orden. Uno de los rayos láser me impactó en la pierna izquierda, y caí... caí hacia lo que creía sería mi perdición, pero para mi sorpresa algo, no se qué, hizo que mi estrepitosa caída libre se viera aminorada conforme me acercaba al fondo y me zambullera en un lugar seguro... quizás fueron las corrientes de aire o no se qué... un milagro si me lo preguntas fue para mí... y nadé... nadé muchos días, hasta llegar a esta playa- concluye Luchito.
El hombre se acerca al ventanal que deja ver la puesta de uno de los soles desde los cerros de Valpooine.
-Interesante- acota el enigmático Benito Won Kenoví –Los caminos de la manfinfla misteriosos realmente son-
-¿Manfinfla?- pregunta Luchito.
-Eso es lo que dije- contesta Benito -Dime, ¿has escuchado hablar sobre los Fletay’s?-
-¿Fletay’s?- vuelve a preguntar Luchito –Creo que alguna vez escuché hablar sobre ellos... una antigua orden religiosa extinguida hace muchos años atrás-
-No es tan así la cosa, aún quedamos algunos vestigios de aquella orden-
-¿Tu? ¿Un Fletay?-
-Así es, como lo oyes... Hace muchos años, en mi época de juventud-
El hombre sigue mirando por el ventanal.
-Cómo decía, los caminos del lado luminoso de la manfinfla misteriosos han de ser... y creo que es hora de que el viejo Benito Won Kenoví salga a cabalgar a otra estúpida cruzada-
Luis Directvwater mira con extrañeza a Benito.
-No entiendo qué quieres decir con eso-
-Digo que mañana zarparemos rumbo a Curicóscant- replica Benito –Debemos contactar a los rebeldes y salvar a tu pueblo de la opresión a la que están siendo sometidos-
-¿Qué?!- Exclama Luchito -¡Estás completamente loco! ¡no conoces el poder de Darth Urañus! ¡Jamás lo venceremos!-
-Conozco muy bien a Darth Urañus- Contesta Benito –Tengo cuentas que saldar con ese villano... ha llegado la hora de mi venganza-
-¿Venganza?, ¿De qué hablas?- pregunta Luchito.
-Bueno, eres bastante preguntón tú!-
-Es que de otra forma no podemos hilvanar el relato!- replica Luchito.
Benito sigue mirando por el ventanal y detiene su mirada en el horizonte... respira un poco y comienza a recordar.
-Está bien, acomódate que te contaré ahora mi triste historia- explica Won Kenoví -hace muchos años, El conde Kakún y yo éramos los mejores amigos en la secreta academia de los Fletay’s, en la Patagonia, un lugar ubicado en los confines del planeta. Siempre peleábamos por las mejores notas, luchábamos por quién le traía la manzana más bonita al profesor o quién mataba más compañeros con la mayor rapidez. Esas pequeñas cosas definirían quién sería el próximo líder de las tropas Fletay cuando el Comandante pasara a retiro y luego postulase a una senaturía vitalicia en la confederación- explica Benito mientras hace un pausa en su relato para tomar un poco de agua.
-Por favor no pares, sigue contándome- replica Directvwater mientras comienza a babear.
-Ambos llevábamos años obteniendo las mismas calificaciones, era un empate en todas las materias... Teníamos dominio absoluto en todas las artes Fletay: Arañazos, tirones de mechas, lanzamiento de limas de uñas, etc. Lo único que nos diferenciaba era la maestría que el conde Kakún demostraba con el sable v/s la inteligencia en tácticas de guerra que yo procuraba. Ambos nos complementábamos, ambos poseíamos las cualidades para llevar las riendas de las tropas... todos estos acontecimientos deparaban al terminar el entrenamiento una llegada fotográfica para determinar quién asumiría el cargo- relataba con maestría Benito Won Kenoví –pero sus ganas de figurar fueron más fuertes y decidió traicionar nuestra amistad: un día tomó la férrea decisión de robar el libro de clases, para luego esconderlo en mi gaveta. Transcurrido este hecho me incriminó delante de toda la academia... me sindicó como el responsable del robo, ¡Y YO NO SOY NINGUN PUTO LADRÓN!!!–
Toma un respiro e intenta calmarse para seguir su relato.
-... en fin, por mas que apelé a la rectoría no logré convencerlos de que no era culpable del delito del que era incriminado y fui degradado y expulsado de la academia Fletay quedándose él con el cupo absoluto para dirigir los destinos de las fuerzas que hoy son oscuras.-
-Disculpa, pero qué tiene que ver ese problema con el conde Kakún con lo que ha hecho Darth Urañus?-
Benito sigue mirando por el ventanal, mientras Luis sigue babeando.
-Mucho- responde Won Kenoví -Al tomar el mando el conde Kakún, eliminó a los integrantes del consejo Fletay, para tener el control absoluto de las fuerzas droides... luego, y debido a su mal humor, él se hizo llamar... Darth Urañus-
Luchito se ha quedado mudo y no hace mas que escuchar las palabras de Benito Won Kenoví mientras babea incesantemente.
-Mientras tanto yo caí en la desgracia absoluta y llegué a estas tierras con la secreta esperanza de algún día vengarme de aquel que alguna vez me quitó de entre las manos el sueño de dirigir los destinos de las fuerzas Fletay... solo las esperanzas me han mantenido en pié durante todo este tiempo.-
Benito Won Kenoví deja de mirar por la ventana y voltea hacia Luchito.
-Luis, tienes lo necesario para convertirte en un Fletay- le encara - tu tienes un “ki” bastante bajo, pero yo te puedo adiestrar en las artes Fletay para que te conviertas en un Super-Fletayín de nivel II. Además juntos lograremos reunir a la gente necesaria y formar un ejercito de resistencia popular para combatir a las Fuerzas Oscuras que dominan Curicóscant.-
Luchito sigue babeando.
-¿Yo?... yo jamás he peleado, no soy un Fletay- Responde Luchito.
-Tienes la condición exigida para ser uno...- replica Benito.
-¿Cuál?- pregunta Luchito.
Benito hace la pausa necesaria como para agregarle más expectación y misterio a este relato. Luego de unos interminables segundo, le queda mirando con detención y se le acerca para decirle...
-Tu eres... ¡VIRGEN!!!-
Luchito queda pasmado y deja de babear de sopetón.
-¡Nooo...!, ¡Eso es mentira!- se defiende Luchito.
-¿Cómo que no?, Las callosidades en tus manos te delatan, nunca haz debutado con una chica... ¿te atreves a desmentir eso?-
Luchito está con los ojos a punto de estallar en un mar de lágrimas.
-Snif... Snif- solloza el bufón -¡ES CIERTO!, No he debutado, ¡Buuuaaaaa...!-
Benito contempla la lloriqueada afeminada del bufón.
Luchito no logra siquiera pensar en alguna de sus acostumbradas estupideces para salir de la situación penosa en la que se encuentra. Se ha quedado lelo.
-Vamos, deja de lloriquear y descansa- exclama Won Kenoví –Mira que mañana tendremos un largo camino que recorrer hasta Curiscóscant... -
-Y qué haremos mañana?- Pregunta Luchito.
-Tratar de conquistar al mundo...-
Continuará...