Viernes 09 de Mayo, 19:00 hrs.
Teníamos hora con el doctor, en rigor el "poroto" cumplía 4 meses de gestación y era el momento para su revisión mensual. Desde todo punto de vista este embarazo distaba (y aún dista) mucho del embarazo de Vicente, puesto que los sintomas fueron distintos en todo orden de cosas. Esto y nuestras esperanzas de hacer la parejita de una hacían presagiar que todo iría según el plan. De hecho, todos nuestras amistades así lo auguraban (incluso nuestra pequeña encuesta con un 80% de preferencias hacia la "bati-rica")
Vicente nos acompañaba, era la ocasión posible de saber el sexo del bebé si él así lo quería. Hace 5 años atrás y en estas mismas circunstancias, Vicente no nos dejó saber su sexo, se presentó con las piernas cruzadas. Esta vez fue diferente. Fue claro, contra todo pronóstico será Varón.
Vicente atinó a exclamar un "Bien!" mientras mi pequeña decepción se hacía notar en mi cara. Saby por su parte se lamentaba puesto que ahora tendría que criar a 3 niñitos... no entendí mucho su razonamiento.
Le pregunté al doctor si estaba seguro, si esto era lo definitivo, ya que entendía que a los 5 meses podríamos estar seguros del sexo, que ya estaban los organos reproductivos creados a esa altura, le pregunté si existirían posibilidades que no fuera así. Se dirigió a la ecografía que estaba realizando y me señaló un "cashito" que sobresalía.
-Le queda alguna duda? Mire, tremenda herramienta que tiene el hombre!- fue su respuesta.
No me quedó otra que resignarme y comenzar la tarea más complicada, el nombre.
Si era niña la cosa estaba resuelta: "Magdalena Ignacia" se llamaría, pero si era varón no lo teníamos claro puesto que era nuestra opción menos probable. En una primera instancia sería "Valentín Cristóbal", pero no me acomodaba mucho ese orden, puesto que encontraba que "Valentín" no marcaba presencia, es decir, me imagino a un niño pequeño o a un abuelito con ese nombre, pero no a un chico de 20 años abriendose paso en un trabajo, haciéndose respetar... me parecía que Cristóbal si cumplía con ese requisito y haciendo lobby logré invertir el orden de las cosas.
Cristóbal Valentín, desde ahora, que ya conocemos tu identidad te estamos esperamos ansiosos, con la esperanza de que llegues a este mundo sin novedad, sanito y con ganas de vivir.
Sólo cinco meses más nos distancian de este encuentro. Tu hermano, madre y padre te esperamos.
Teníamos hora con el doctor, en rigor el "poroto" cumplía 4 meses de gestación y era el momento para su revisión mensual. Desde todo punto de vista este embarazo distaba (y aún dista) mucho del embarazo de Vicente, puesto que los sintomas fueron distintos en todo orden de cosas. Esto y nuestras esperanzas de hacer la parejita de una hacían presagiar que todo iría según el plan. De hecho, todos nuestras amistades así lo auguraban (incluso nuestra pequeña encuesta con un 80% de preferencias hacia la "bati-rica")
Vicente nos acompañaba, era la ocasión posible de saber el sexo del bebé si él así lo quería. Hace 5 años atrás y en estas mismas circunstancias, Vicente no nos dejó saber su sexo, se presentó con las piernas cruzadas. Esta vez fue diferente. Fue claro, contra todo pronóstico será Varón.
Vicente atinó a exclamar un "Bien!" mientras mi pequeña decepción se hacía notar en mi cara. Saby por su parte se lamentaba puesto que ahora tendría que criar a 3 niñitos... no entendí mucho su razonamiento.
Le pregunté al doctor si estaba seguro, si esto era lo definitivo, ya que entendía que a los 5 meses podríamos estar seguros del sexo, que ya estaban los organos reproductivos creados a esa altura, le pregunté si existirían posibilidades que no fuera así. Se dirigió a la ecografía que estaba realizando y me señaló un "cashito" que sobresalía.
-Le queda alguna duda? Mire, tremenda herramienta que tiene el hombre!- fue su respuesta.
No me quedó otra que resignarme y comenzar la tarea más complicada, el nombre.
Si era niña la cosa estaba resuelta: "Magdalena Ignacia" se llamaría, pero si era varón no lo teníamos claro puesto que era nuestra opción menos probable. En una primera instancia sería "Valentín Cristóbal", pero no me acomodaba mucho ese orden, puesto que encontraba que "Valentín" no marcaba presencia, es decir, me imagino a un niño pequeño o a un abuelito con ese nombre, pero no a un chico de 20 años abriendose paso en un trabajo, haciéndose respetar... me parecía que Cristóbal si cumplía con ese requisito y haciendo lobby logré invertir el orden de las cosas.
Cristóbal Valentín, desde ahora, que ya conocemos tu identidad te estamos esperamos ansiosos, con la esperanza de que llegues a este mundo sin novedad, sanito y con ganas de vivir.
Sólo cinco meses más nos distancian de este encuentro. Tu hermano, madre y padre te esperamos.