Es el año 3193
D.C. de acuerdo al calendario terrícola. Desde hace poco menos de un milenio la
tierra se volvió un lugar inhabitable para la raza humana, debiendo buscar
nuevos destinos para sobrevivir y trascender. Existen variadas colonias a lo
largo y ancho del universo, pero aún no se ha encontrado un planeta cercano con
las características bio orgánicas que poseía la añorada Tierra.
Ante esto se
ha hecho imprescindible el comercio de agua y oxígeno en todas aquellas colonizaciones
que albergan a los descendientes de humanos. Y es aquí donde los corredores de
cometas cobran valía para extraer de ellos gases esenciales que, en las plantas
industriales que orbitan Saturno, serán procesadas para llevar y comercializar los
vitales elementos en las colonias asentadas en las lunas de la misma Saturno y
de Júpiter. Casi todos ya han marchado a correr tras el cometa Halley que
durante este periodo cruza el sistema solar. Casi todos, salvo la piloto Kren
con su nave “Ío”, provenientes de la luna de Júpiter del mismo nombre.
Todo es
silencio al interior de la nave, hasta que Tákso, su sistema operativo bio consciente
sale de la hibernación y prende las luces de la nave.
Tákso: ¿Kren?... ¿Kren?... vamos Kren! Es hora de
despertar!
Kren:
¿Uh?... ¿Qué?... mmmm nooooo… 15 Yath
más!!! ¡Por favor!!
Tákso: Esta es la octava vez que me pides 15 Yath más… “Halley” no te va
a esperar allá afuera.
Kren: ¡El
cometa! ¡Maldición BH-1!!! ¡Es la única vez en mi vida que tendré oportunidad
de subirme a este Cometa y me lo voy a perder! ¡No debiste dejarme dormir tanto
pedazo de software desactualizado!!! (se incorpora de un brinco y comienza a
correr hasta la cabina de mando)
Tákso: Creo que no está de más recordarte que me actualicé en nuestra
última visita a Titán. (Tákso la sigue con la voz mientras Kren corre por la
nave) Por otra parte, sabes que no me gusta cuando me llamas por ese
nombre… Siempre que lo haces estás enojada.
Kren: ¿Y
qué quieres? ¿una felicitación? ¡Nos llevan más de 6 pársecs de ventaja! ¡Por
menos le metí un virus ganimiciano a Woks!
Tákso: Que Bill Gates lo tenga en su servidor.
Kren: ¡Ahora
tendré que gastar oxígeno extra para poder alcanzar a la cuadrilla!
Tákso: Ya estoy haciendo los cálculos y calentando los motores para
alcanzarlos… pero tendremos que desviarnos cerca de Marte para poder pillarlos
en la órbita de Mercurio.
Kren: ¡Más
te vale que esto funcione, si no te juro que te cambiaré por ese sistema
operativo pirata que me ofrecieron en ese basurero que es Adrastéa!
“Ío” sale del
puerto espacial a toda velocidad, esquivando los anillos de Saturno en su loca
carrera por montar un cometa legendario como el Halley. Todas sus expectativas
por torcer su mala racha y bajos ingresos durante estos últimos años están
invertidas en llenar su nave de materia prima de esta roca.
Cuando la
embarcación de Kren comienza a acercarse a la órbita de Marte, los sensores de
Tákso empiezan a advertir una extraña anomalía.
Tákso: Kren, estoy recibiendo una señal algo confusa.
Kren: Seguro
es uno de “los makizos” jugando a la primera guerra interplanetaria… siempre
con sus bromas infantiles…
Tákso: No, conozco la señal que ellos emiten, pero esta es diferente… es
una señal débil y de un origen... mmmmmmmm…
Kren: Vamos
Tákso, no juegues ahora, no tenemos tiempo que perder.
Tákso: Estoy mapeando la señal. Parece que viniera desde algún punto
geolocalizado en las dunas de Marte.
Kren: ¿Marte?
¿Desde cuándo hay colonia allí? Esta es una ruta que no se ha usado en al menos
400 años terrestres. Ya se te cruzaron los cables.
Tákso: Según mis fuentes, no existen colonias en efecto, pero al parecer
hay alguien ahí y está emitiendo una señal. Mi análisis indica que es una
antigua transmisión de auxilio.
Kren: ¡Maldición
Tákso! ¡Vamos retrasados, no tengo tiempo que perder en estupideces! ¡Dime que
todo esto es una broma!
Tákso: Debo recordarte que desde el incidente en Urano, introdujiste en
mi programación un protocolo inhibidor de bromas mientras estamos de servicio y
es precisamente el caso…
cambio
de programación: Ejecutando protocolo “S.O.S.” y desviando el curso hacia
Marte.
Kren: ¿Qué?
¡No! ¡Anúlalo! ¡Debo llegar pronto al Halley sino será mi ruina!
Tákso: Discúlpame Kren, pero el protocolo “S.O.S.” es un comando
primario de la confederación que no puedo anular.
Kren: ¡Demonios
Tákso! Recuérdame hackearlo cuando volvamos a Saturno.
“Ío”
realiza una maniobra de aterrizaje en una planicie cercana al lugar desde donde
se emite la señal de auxilio. Kren
ordena a Tákso ejecutar el protocolo “Centinela” para acompañarla en esta
misión. Es en este momento en el que,
desde una de las cabinas de la nave emerge un exoesqueleto con forma humanoide.
Tákso toma posesión de esta herramienta extendiendo su vinculación entre la
nave y el cuerpo artificial.
Ambos
descienden hasta la superficie del planeta rojo y se adentran en una cueva
cercana.
Tákso: Kren, mis scanners sugieren que esta formación rocosa es
relativamente nueva… o al menos no formaba parte de este lugar la última vez
que mapearon Marte.
Kren: Debió
haberse formado con algún terremoto o qué se yo.
Tákso: (observa a su alrededor) O quizás en algún accidente… mira hacia
allá…
El
ahora humanoide cibernético señala hacia una nave en ruinas como la causante de
esta “nueva” cueva. Por la atmósfera del lugar, se podía inferir que aquella
embarcación llevaba ahí años… quizás décadas… ¿siglos?
Tras
un breve análisis Tákso logra acceder al comando de la puerta de embarque e
ingresan con mucho sigilo. De pronto Kren ve pasar una sombra detrás de ella.
Kren: ¿Viste
eso Tákso?
Tákso: No vi nada… tampoco hay lecturas de vidas humanas rondando la
nave… ¿Quizás estás un poco sugestionada, no crees?... Es extraño, no me logro
vincular con la nave… parece formar parte de una flotilla anterior a la entrada
en vigencia de los asistentes bio conscientes.
Kren: Debieron ser tiempos hermosos sin las molestas inteligencias
artificiales.
Tákso: Logro comprender la ironía en el tono de tu voz. Pero por el
contrario, eran tiempos donde se hacía necesario contar con más tripulantes…
tendrías que haber socializado y sabemos cuánto odias compartir con otros seres
vivos.
Espera…
estoy recibiendo señales de formas humanas en esa cabina.
Kren: ¡Rápido!
¡Abre la puerta!
Después
de unos minutos, Tákso logra acceder al comando de apertura de puertas y entran
a la habitación. En ella hay alrededor
de 25 cápsulas criogénicas, muchas de ellas rotas, algunos incluso con
cadáveres totalmente descompuestos… la data inicial de Tákso sugiere al menos 250
años de antigüedad. Las características atmosféricas del planeta rojo y su
efecto en la descomposición de los cadáveres humanos impiden a Tákso calcular
con exactitud la data de muerte. Aún quedan 5 cápsulas intactas. Ha logrado
determinar que todos pertenecen a la raza humana y con logos que parecen ser de
una confederación anterior a la vigente actualmente en la galaxia. Entre los
sobrevivientes el capitán de la nave, a quien deciden sacar de la criogénesis y
reanimar. Su nombre: Akar Kieshka.
Tákso: He logrado acceder a la Bitácora de la nave… todo indica que
hicieron un salto desde otra galaxia por un agujero de gusano, sin embargo no
está claro el motivo por el cual se estrellaron contra Marte… Kren, esta nave
sitúa dicho evento en el 2868 D.C.
Kren: Déjame
ver eso! ¡Impresionante!… pero… ¿cómo es posible si aún no hemos logrado crear
la tecnología para generar y viajar por los agujeros de gusano? (de pronto
siente pasar otra vez una sombra) ¿Qué fue eso?
Tákso: Kren, sus signos vitales se están normalizando. Ven, acércate que
está por despertar de la hibernación.
Akar: ¿Uhhh…?
¡mi cabeza!…
Tákso: Con tranquilidad, la reanimación después de la criogénesis
provoca migraña y desorientación.
Akar: ¿Dónde
estoy? (se reincorpora pausadamente de su cápsula criogénica y de pronto ve
a Tákso) ¡Y ésto! ¿Qui-Quiénes son ustedes???
Kren: Tranquilo
Capitán Kieshka, no se agite. Yo soy la capitana Kren Mah-Ka, proveniente de la luna de ío,
en la colonia de Júpiter. Y este pedazo de chatarra a su lado es Tákso, un
sistema bio consciente multipropósitos, programado a mi servicio. Somos parte
de la confederación Terraria intergaláctica.
Akar: (mira
sorprendido a Tákso) Ya veo… cómo han avanzado en estos años que estuvimos
fuera de la vía láctea…
Kren: ¿Años?
¡Han sido siglos Capitán Kieshka!
Akar: ¿Qué
dices? ¿siglos?
Tákso: 325 años para ser más exactos según vuestras bitácoras.
Akar: No
es posible… pero si…
Kren: Capitán,
¿qué fue lo que pasó? Esto no tiene sentido, Marte no es una ruta utilizada
desde hace más de 400 años… ¿qué hacían aquí? ¿De dónde vienen?
Akar: Es…
es una larga historia…
Kren: bueno,
mire, siendo así, mejor acompáñenos a nuestra nave, debo encontrarme con el
cometa Halley antes de que se aleje irremediablemente del sistema.
Akar: ¡No!
¡Esta nave y su contenido es tremendamente valiosa! ¡No podemos dejarla aquí!
Kren: ¿”Valiosa”
dijo?... ¿Qué tan valiosa?
Akar: La
misión que llevábamos a cabo es de una gran importancia y… quizás será mejor
que les cuente qué pasó en nuestro viaje… pero antes, muero de hambre. Necesito
comer algo.
El
Capitán Kieshka finalmente se pone de pié, se acerca a un tablero de mando,
posa su palma sobre la cubierta y activa al asistente virtual de la nave.
“Reconocimiento dactilar: Capitán Akar Kieshka. Bienvenido” se oyó decir.
Akar
solicita alimentos y algo para tomar y todo se materializa frente a ellos en
una mesa al costado de la cubierta de mandos. “Deberías aprenderte ese truco”
susurró Kren a Tákso.
Akar: Por
tu cara sospecho que aún no han logrado igualar esta tecnología. Yo estaba tan sorprendido como tú cuando me
la mostraron la primera vez. No fue aquí
de cualquier modo, sino en una galaxia muy lejana.
Kren: La
verdad, hemos avanzado, pero no a este nivel.
Akar: ¡Asistente!
Deja que el sistema bio consciente acceda a tus archivos y comparte la
tecnología para el desarrollo instantáneo de alimentos.
Tákso: Vinculando acceso con la nave PROTOALPHA259... Vinculación exitosa.
Akar: Este
es un regalo para ustedes, por haberme sacado de la criogénesis.
Kren: Muchas
gracias Capitán, pero dígame, ¿qué pasó? ¿Por qué la bitácora indica un salto
por un agujero de gusano?
Akar: Si,
bien, eso… era el año 2850 y la federación de colonias terrarias lanzó un
proyecto en el que venía trabajando durante casi 90 años: enviar naves fuera de
la via láctea, en diferentes direcciones del universo con el fin de explorar
exoplanetas que habían sido sindicados como candidatos para la proliferación de
la vida humana. Ya habían descartado la
idea de reparar la Tierra, ahora mirar hacia las estrellas era la única
solución.
Kren: Recuerdo
historias sobre esa misión que estudiamos en la escuela primaria. Le llamaron
“Misión Colón“. Ninguno encontró planetas habitables, pero varios exploraron y
encontraron minerales ricos y decidieron asentar colonias en otras galaxias.
Tákso: De hecho, de esa misión actualmente realizamos comercio con la
7ma generación de colonos de la enana de Sagitario. Nos proveen de “Sagicero”,
una aleación de acero Sagitariano con el que fabricamos nuestras naves y
exoesqueletos como el mío.
Akar: Ya
veo… pero bueno, nuestra misión consistía en revisar candidatos en la
constelación de la gran nube de Magallanes. Viajábamos 5 grupos de 5
tripulantes cada uno, hibernando mientras uno de ellos hacía guardia durante el
camino, en ciclos de 1 año por equipo.
Nuestro viaje debía durar alrededor de 20 años para llegar a la
constelación de Magallanes.
Tákso: Según la base de datos de la confederación, no hay muchos registros
de esa misión. La historia cuenta que se perdieron en el basto Universo. No
hubo contacto nuevamente.
Akar: Eso
hasta hoy. Y esa es la cuestión. Íbamos en el año 11 de nuestro viaje cuando
hicimos contacto con otra nave, eran seres de contextura similar a la nuestra,
un poco más altos y delgados, de 2 metros y medio en promedio. Yo estaba al
mando de esa guardia cuando sucedió el primer contacto. Nos scannearon y nos dijeron
que nuestra decendencia era parecida a la de ellos, que los primeros seres
vivos se habrían originado en una constelación ya inexistente hace millones de
años y que tras el inicio de un evento cataclísmico difundieron su información
genética por todo el universo antes de ser extintos, devorados por una galaxia
vecina, y esperando que dicha transmisión encontrara cuerpos celestes acordes
que pudieran albergar la generación de vida en ellos. Que allí radicaba el
motivo de la vida de nuestra civilización y de la suya.
Kren: ¡Wow!
¡Qué alucinante debió haber sido toda esa experiencia!
Akar: Así
fue. Después de un tiempo, nos invitaron a su mundo, no hacía mucho que habían
desarrollado la tecnología para viajar por los agujeros de gusano y se
encontraban explorando otras galaxias cuando nos encontramos. Entonces nos
llevaron hacia la Constelación de Draco, a su planeta, 6 veces mayor que
Júpiter y Saturno. Nosotros le conocíamos como Kepler-296e… ellos le llaman
“Tan”.
Tákso: De acuerdo a mis registros, esa galaxia es una de las más alejadas de nuestro sistema solar… Esto cambia todos los paradigmas conocidos hasta hoy. No logro calcular las implicancias que esta información tendrá en nuestra civilización.
Akar: Por
eso es importante conservar esta nave y la tecnología que hay en ella. Nosotros convivimos con los Tanaranianos
durante 7 de nuestros años, tiempo en el que compartieron con nosotros su
cultura, sus conocimientos y nos ayudaron a comprender y acoplar a nuestra nave
la tecnología necesaria para realizar saltos, para generar agujeros de gusanos
y en el corto plazo volver para seguir compartiendo experiencias con esta nueva
raza. Pero también nos proveyeron de algo mucho más importante: la clave para
reiniciar la Tierra.
Kren
abrió los ojos ante esta revelación. La historia cuenta que hacia el año 2377, en
lo que se conoció como la 5ta Guerra Mundial, el conquistador NeoZelandés
Makaio, luego de anexar Australia, África y finalmente el continente Antártico
a su imperio, se volcó en una lucha por conseguir soberanía sobre el Océano Ártico,
último recurso de agua glaciar que tanto EuroRusia como Estados Unidos y Corea
unificada defendían dentro de su confederación del Norte. Makaio tras años de
infructuosas campañas militares, de verse acorralado por la inteligencia de la
confederación del Norte y sintiendo que la derrota era ya inminente, decidió
lanzar 2 bombas nucleares de 300 megatones cada una sobre el Ártico para
contaminarlo y destruir todos los recursos de la confederación. Una de ellas
fue interceptada por EuroRusia sobre el mar muerto, devastando medio oriente y
estancando el eje del planeta. El impacto fue tan grande que Nueva Zelanda y
parte de Australia terminaron bajo el agua y la Tierra no volvió a saber sobre
ciclos climáticos estacionales. La otra bomba fue desviada por Corea unificada
hacia la estratósfera, sin embargo los cálculo fueron errados: la bomba terminó
detonando sobre la Luna y ello hizo que el satélite natural perdiera su órbita
sobre la Tierra y se moviera hacia el Sol donde, con el correr de los años
terminó chocando y se desintegró. Esto hizo estragos sobre las mareas y al no
saber de cambios climáticos estacionales la vegetación comenzó a morir en el
hemisferio sur a falta de precipitaciones y el hemisferio norte vivió en un
constante invierno. Por otro lado la tierra fue poco a poco perdiendo su centro
gravitacional haciendo inhabitable el planeta.
Kren
se mostraba asombrada ante el relato del Capitán.
Kren: Está
diciendo que… ¿que es posible volver a habitar la Tierra?
Akar: Así es, al menos en la teoría. Ellos nos mostraron cómo. Durante el 2868 nos despedimos de los Tanaranianos y comenzamos a realizar saltos en dirección a la Tierra con el fin de poner en marcha el plan de reactivación planetaria. El Capitán Takahashi y su tripulación estaban al mando de la nave mientras el resto hibernábamos. No debía durar más de 2 meses este viaje según los cálculos realizados en Tan. ¿Qué fue lo que pasó?
Tákso: ¡KREN AUXILIO!
Tákso
es jalado por una sombra fuera de la cabina, Kren y Akar corren en su ayuda. El
Cyber humanoide intenta zafarse de su raptor, sin éxito. Está siendo arrastrado
por los pasillos hasta la bahía de carga, donde se encuentra abierta la
escotilla, es en ese momento que Tákso se logra aferrar a unos pilares mientras
la sombra lo tira hacia afuera con tanta fuerza que destroza una de sus
piernas. Kren y Akar llegan en su auxilio, la sombra abre sus brazos y da un
grito ensordecedor. Desaparece por la escotilla de carga.
Akar: ¿Qué
ha sido eso?
Kren: (aterrada)
No lo sé, lo he estado sintiendo desde que entramos a la nave, pero no se había
querido mostrar hasta ahora… Tákso, ¿estás bien?
Tákso: Sólo incompleto… de momento. Iniciando protocolo de auto análisis
y curación.
Tákso
despliega nanobots que comienzan a reconstruir su extremidad desmembrada. Al
cabo de unos minutos ya se encuentra otra vez completo y vuelven a la cabina.
Akar: Esto
no tiene sentido… ¿qué es eso que acabamos de ver? ¿Un ser de este planeta?
Acaso un fantasma??? ¿Qué ha sido?
Tákso: No existen datos de vida en Marte, al menos no recientemente.
Kren: Lo
cierto es que estaba aquí cuando llegamos y no lo hemos traído nosotros.
Debemos averiguar qué es aquello.
Akar: Había…
había algo extrañamente familiar en esa entidad que… pero, ¿será?... ¡Asistente!
¡Revisa las cámaras y bitácoras del salto que nos trajo hasta Marte!
El
asistente virtual comienza a correr una subrutina de búsqueda y al cabo de unos
segundos entrega imágenes de la cabina de mando. En él se ve al Capitán tomando un báculo
calipso, que albergaba una gema en uno de sus extremos. Takahashi la levanta,
mueve sus labios y la gema comienza a irradiar una luz cada vez más luminosa
conforme Takahashi continúa su ritual. De pronto la gema expele rayos y la
grabación se corta.
Akar: Takahashi
¿qué hiciste? (se lleva las manos a su cabeza)
Kren: No
comprendo… ¿qué acabamos de ver?... ¿Capitán? ¿Se encuentra usted bien?
Akar: Esto
ha sido culpa mía, nunca debí dejar a Takahashi al mando de la nave en el viaje
de vuelta… durante todo el tiempo que estuvimos en “Tan” siempre estuvo
buscando sacar ventajas de lo que nos estaban enseñando los Tanaranianos… ¡Su
ambición ha sido nuestra ruina!
Kren: ¿Me
puede explicar qué fue lo que vimos?
Akar: Si,
claro… es… es increíble… (se lleva las manos a la cara e intenta despejar
sus ideas) AAAAAHHHH… bueno… en simple: Los Tanaranianos lograron a través
de los milenios manejar y controlar ciertas energías vitales de su planeta, los
que contuvieron en gemas y que les permitían a través de ciertos rituales
controlar fuerzas, modificar el clima, la vegetación, realizar sanaciones… pero
también contenía un lado profano y oscuro.
Takahashi se obsesionó con ese tema durante un tiempo, deslumbrado por
el poder que aquello representaba. Los
Tanaranianos nos advirtieron de los peligros de ese conocimiento, que nos
faltaban milenios de evolución para poder controlarlo y nos conminaron a dejar
ese tema de lado. Yo pensé que Takahashi
lo había entendido, es claro que nunca dejó de pensar en este camino.
Tákso: Según la bitácora, ese evento causó la pérdida de control de la
nave y su posterior choque contra Marte.
Kren: No
creo que nos deje salir del planeta con facilidad… debemos buscar la forma de
contenerlo… ¿Pero… cómo ha sobrevivido todos estos siglos?
Tákso
se vuelve hacia las capsulas de criogénesis y decide inspeccionar.
Tákso: Creo tener una teoría… corriendo subrutina de análisis… lo que
temía: estas cápsulas no se trizaron en el aterrizaje de la nave, fueron abiertas
posteriormente… al parecer de alguna forma se alimentó de ellos, drenando
energía vital de los tripulantes. Por
eso el nivel de descomposición es distinto entre los cadáveres, porque fueron
abiertos en diferentes épocas. Ha sido un milagro que el Capitán Kieshka siga
vivo después de estos siglos.
Akar: Kren,
busquemos entre todo este desorden, por aquí debe estar el Báculo de Tan. Es la única forma de detener a Takahashi.
Kren: ok,
usted vaya por allá, yo revisaré este lado de la cabina.
Tákso: Las probabilidades de encontrar el Báculo de Tan son mínimas
considerando los años, el choque, posibles piratas que pudieron transitar por
estas rutas, el mismísimo…
Kren: ¡Aquí!
¡Creo que lo he encontrado!
Akar: ¡Si!
¡Es ese! ¡Excelente trabajo!
Kren
levanta el Báculo y en ese momento ingresa a la cabina el fantasma de Takahashi,
toma a Kren y la jala fuera de la habitación. Ella grita y suelta el cetro
divino. Tákso sale en auxilio de su capitana, mientras Akar Kieshka toma el
báculo de Tan y corre tras ellos. Ya fuera de la nave Tákso se abalanza hacia
Takahashi y comienzan un forcejeo que permite a Kren liberarse y esconderse
tras unas rocas. Akar levanta el báculo, momento en el que Takahashi se vuelve
materia intangible y traspasa a Tákso para abalanzarse sobre el Capitán
Kieshka. Akar vocifera “MAK-KORUGZA!” y la gema se ilumina de repente,
expulsando una onda de energía que choca contra el ente y lo lanza lejos.
Kren: ¡Capitán!
¿qué ha hecho?
Akar: No
tenemos mucho tiempo. Puedo solucionar esto, pero manténgase alejados… esto
será peligroso.
Tákso: ¡Ahí viene de nuevo!
Akar: MAK-KORUGZA KLUKGIMODA
MAK-KORUGZA NOUBADOBA
FLICKARGAMA GNOMAIGNA
GLUKARJEBA GLUKAGIBA
El
ente de pronto queda inmovilizado en el aire, cubierto por una luz de energía
que expele la gema tanaraniana desde el báculo sagrado. Akar sigue realizando
su ritual. Los poderes del báculo de Tan
y la fuerza que genera hace temblar la tierra y levitar unos centímetros al
Capitán, quien se encuentra poseído por la gema, invocando poderes más allá del
conocimiento humano.
Akar: MAK-KORUGZA KLUKGIMODA
MAK-KORUGZA NOUBADOBA
FLICKARGAMA GNOMAIGNA
GLUKARJEBA GLUKAGIBA
Mientras
el Capitán Kieshka sigue invocando los poderes del báculo de Tan, el fantasma
de Takahashi comienza a ser absorbido por la gema tanaraniana hasta desaparecer
ante la luz intensa que irradia. Akar Kieshka cae rendido sobre el suelo ante
el esfuerzo realizado y suelta el báculo. Kren corre a socorrer al Capitán.
Kren: ¡Capitán!
¿Se siente bien? ¡Vuelva en si! ¡Tákso ayúdame!
Tákso: Scanneando… Sus signos vitales son débiles… se recuperará. Será mejor que lo llevemos a la nave… espera,
está volviendo en si.
Akar: …
El… el… el bá-báculo… es importante… la Tierra…
Kren: Si,
si, ya entendí, es necesario para reactivar la Tierra, ¿es eso? No se agite,
guarde sus energías para el viaje de vuelta a Saturno.
El
Capitán Kieshka se desmaya. Los sensores de Tákso se disparan. La energía que
ha sido liberada por la gema tanaraniana ha hecho estragos en el planeta rojo. En
ese momento un gran sismo comienza a sacudir Marte.
Tákso: Kren, este sismo… es demasiado fuerte, calculo que a este ritmo la
cueva va a colapsar, debemos salir de aquí ahora mismo.
Kren: ¡Rápido, toma al capitán, yo me llevo el báculo! ¡Salgamos de
aquí!
Tákso: Corre más rápido Kren, no vamos a alcanzar a salir.
Kren: ¡No
puedo correr a la velocidad que lo haces tú! ¡No lo vamos a lograr!
Tákso
ha hecho los cálculos en milisegundos y ella tiene razón: a la velocidad de
Kren no alcanzarán a salir antes de que la estructura colapse y ya ha advertido
que una roca está a punto de ceder y tapar la entrada de la cueva. Suelta al
capitán y corre hasta la entrada mientras la gran roca comienza a desplazarse y
está por tapar el escape. Llega hasta el punto de entrada, Kren y el capitán se
encuentran a unos cien metros. Su cuerpo se modifica, sus piernas se dividen en
cuatro pilares formando un arco de metro y medio de altura. Sus brazos también
se dividen y toman la gran roca que se estaba deslizando. Evita momentáneamente
el cierre de la cueva mientras el planeta sigue en movimiento.
Tákso: Kren, ¡no voy a resistir mucho tiempo sosteniendo esta roca, toma
al Capitán y sácalo de aquí!
Kren: ¡Demonios!
¡Qué pesado es este hombre! Aaarrggghhhh vaaaamooss!!!
Tákso: ¡Eso! ¡Más rápido! ¡Mi exoesqueleto está a punto de sucumbir ante
el peso de esta roca!... ¡Solo unos metros más Kren! ¡Eso es! (En el
instante en que Kren y el capitán salen de la cueva, el cuerpo humanoide
colapsa y queda aplastado bajo la roca y el planeta comienza a detener su
movimiento)
Kren: ¡Tákso
Noooooo!!!!... ¿Me oyes??? Tákso no nos dejes así por favor!! ……… ¡Respóndeme!!!
(solloza)… ¡Vamos Tákso! ¡Dime que aún estás vivo!................. (suena su
intercomunicador de muñeca)
Tákso: ¿Kren? ¿Me oyes?
Kren: (sollozando)
¡Si! ¡Pensé que te perdía bajo las rocas!
Tákso: ¿Qué dices? ¿olvidas que he estado en todo momento en la nave?
Voy en camino, prepárate para subir junto con el capitán.
Kren: ¡Aquí
estamos!
Tákso: Ya los vi… ejecutando rayo de atracción.
Kren: Ya estamos arriba. ¡Cierra la escotilla y salgamos de este
planeta enseguida!
Tákso: calculando coordenadas. Fijando rumbo hacia Saturno.
Kren: Lo
que más lamento es haber perdido toda esa información, la nave…
Tákso: Sobre eso… cuando el Capitán me dio acceso a los archivos de la
nave, aproveché de correr una subrutina de respaldo y el asistente virtual no
notó que capturé toda la información.
Kren: ¿Qué?
¿Tenemos todo? ¿Las bitácoras, la información para saltar por los agujeros de
gusano? ¿Todo?
Tákso: Si. También coordenadas de gran parte del universo. Creo que
pronto podremos hacer una visita a Tan.
Kren: ¡Eso
es fantástico! ¡Imagina lo que vale esta información! ¡Seré millonaria!
Tákso: Pero antes debemos llegar a Saturno y buscar ayuda médica para el
Capitán. Sus signos vitales se mantienen bajos y sigue inconsciente… Qué frágil
es la vida humana. Ustedes son una raza aún en desarrollo y sus emociones
siguen siendo un misterio aún para las inteligencias artificiales más
avanzadas. Eso si, no olvidaré que lloraste por mi cuando me creíste muerto
bajo las rocas.
Kren: (sonriendo)
¡Si se lo cuentas a alguien te juro que te borro y te reinstalo desde cero!
La
nave se aleja de Marte, dejando atrás un extraño encuentro y nuevos mundos por visitar.
Sin embargo, aún quedan misterios y amenazas por descubrir. El Capitán Kieshka
ha arriesgado su vida en un peligroso ritual milenario que le ha dejado débil y
a merced de un poder oscuro y hambriento que poco a poco lo irá consumiendo en
el futuro no tan lejano.
FIN